Ciudad de México, 27 may (EFE).- El modelo empresarial chino de inversiones a largo plazo favorecerá el desarrollo de Latinoamérica por su visión de permanecer por mucho tiempo en la región, según sostienen varios expertos.
«Las empresas chinas invierten con la idea de permanecer. No tienen prisa y su visión es siempre a largo plazo», aseguró este jueves Jorge Fernando Negrete, presidente del Digital Policy Law, influyente consultora en el área de políticas públicas y regulación de las Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información.
Durante un foro virtual sobre el sector de telecomunicaciones en Latinoamérica, Negrete destacó que, además de la importancia del volumen de las inversiones chinas, sus dos grandes aportaciones son «la innovación y la capacidad de adaptación sin que ello afecte a sus estados financieros».
Aunque una parte de las inversiones chinas se han centrado en materias primas, minería, líneas ferroviarias o sector energético, la apuesta por el sector de la telecomunicaciones y tecnologías de la información es cada vez mas notorio como lo demuestra la presencia de la empresa Huawei.
«Resulta evidente que Huawei ha apostado por la transformación digital de América Latina. Lo ven como una enorme oportunidad por los cambios que ocasiona la tecnología 5G en todos los sectores de la economía», afirmó Negrete.
Ernesto Piedra, director general de la firma The Competitive Intelligence Unit (The CIU), especializada en el análisis del mercado y la regulación de las telecomunicaciones, afirma que la aportación en investigación y desarrollo de Huawei en Latinoamérica será esencial para el futuro de la digitalización de la región.
«La creatividad y la innovación es clave, la riqueza ya no vendrá del petróleo. Nuestro crecimiento y modernización depende del I+D», afirmó Piedras, economista por la London School of Economics.
Piedras recuerda que queda mucho a Latinoamérica en el proceso de digitalización. «En Huawei, por ejemplo, ya están planificando la red móvil de sexta generación que permite la conectividad ultrarrápida cuando se está en pleno desarrollo del 5G, pero en realidad en la región todavía no se ha llegado al uso total de la 4G».
Del total de 194.000 empleados de Huawei en 170 países, el 49 % trabajan en investigación y desarrollo, el pilar fundamental para mantenerse a la vanguardia tecnológica.
Justamente el modelo de negocio y accionarial de Huawei es otra ventaja para el futuro del desarrollo del sector de telecomunicaciones porque sus inversiones «miran a objetivos a largo plazo. No son rentistas a la búsqueda del beneficio a corto plazo», defiende Piedras.
Huawei dedica un 15 % de sus utilidades a los proyectos de I+D al tiempo que la empresa involucra a sus empleados como socios en el desarrollo de la compañía.
«Actúan como una colmena para proteger los intereses de la empresa manteniendo al mismo tiempo unos valores de cultura empresarial y mirando siempre a la historia. No dan un paso adelante sin mirar al pasado», afirma Negrete.
El sistema de propiedad de Huawei es, en este sentido, único para una compañía de su magnitud y lo más parecido seria al modelo de algunas cooperativas existentes en Latinoamérica en las décadas de los 60 y 70.
El fundador de Huawei, Ren Zhengfei, posee un 1,04% y la mitad de sus 194.000 empleados se reparten el accionariado.
Desde su fundación en 1987, la participación accionarial de los empleados ha sido una constante de Huawei. Con la dificultad para acceder a créditos bancarios en la época, la idea de la participación de los trabajadores fue parte del inicio del éxito de la empresa.
«Es una enorme ventaja desde dos puntos de vista. Primero porque implica al empleado en la empresa que le da de comer. Segundo, porque al ser una empresa privada se puede planear a largo plazo sin estar sujeto a los accionistas que quieren ganancias a corto plazo y eso dificulta mucho la estrategia a largo plazo», explicó Juan José Bonora, director de relaciones institucionales de Huawei Argentina.