Santiago de Chile, 25 ago (EFE).- La agencia calificadora de riesgo Moody’s informó este martes de que rebajó la perspectiva crediticia del Gobierno chileno desde «Estable» a «Negativa» debido a los «los crecientes riesgos en la fortaleza fiscal» del país generados en el marco de la pandemia de la COVID-19.
La clasificadora estima que Chile estaría atravesando por un shock económico a causa de la pandemia del coronavirus, el cual estaría teniendo un «severo» impacto en el desempeño económico del país, a la vez que consta principalmente de «un crecimiento económico más débil y el aumento en las demandas por programas sociales que podrían traducirse en el tiempo en una mayor base de gastos relativa a los ingresos del gobierno».
Unas proyecciones de crecimiento a mediano plazo bajo el promedio; el aumento de demandas sociales por un crecimiento más inclusivo; las próximas votaciones para el plebiscito constitucional y las futuras elecciones presidenciales sugerirían que será difícil desde una perspectiva de economía política el priorizar la consolidación fiscal y estabilización de la deuda por sobre otras prioridades políticas, afirma la entidad financiera.
A pesar de la rebaja, la entidad mantuvo la calificación A1 (rating que si bien no es el más alto, se asigna a aquellos países o empresas que poseen un bajo riesgo crediticio).
«La calificación A1 de Chile se fundamenta en las todavía relativamente fuertes aunque deterioradas métricas fiscales y crediticias», señala Moody’s en un comunicado.
PROYECCIONES ECONÓMICAS PARA CHILE
Moody’s reitera en su reporte que espera que la economía chilena se contraiga un 7,4 % en términos reales en 2020.
Respecto a posibles nuevos cambios en perspectivas y calificaciones a futuro, «la perspectiva negativa indica que una mejora (en las clasificaciones) es poco probable a corto plazo», afirma la agencia.
En cuanto a los factores de riesgo para una eventual rebaja en la calificación de deuda, «un aumento continuo en las métricas crediticias del gobierno, más allá de lo que esperamos en nuestro escenario base, y sin indicios de estabilización de la deuda en los próximos 2 a 3 años, o con una estabilización a niveles mucho más altos a los de nuestras estimaciones actuales podrían resultar en una rebaja de la calificación», advierte Moody’s.
Asimismo, «un cambio en el consenso sociopolítico, causado por presiones sociales, cambios en la constitución o en las dinámicas políticas (…) también podrían llevar a una rebaja en las calificaciones», agrega el documento.
Por otro lado, Moody’s podría realizar una mejora en las clasificaciones en el caso de que «la consolidación fiscal pruebe ser efectiva en revertir el crecimiento de la deuda registrado en los últimos 5 años».
Otra situación que podría favorecer al país austral se daría en el caso de que exista «un aumento sostenido en las proyecciones de crecimiento a mediano plazo, respaldadas por políticas gubernamentales que aumenten la productividad y promuevan la diversificación económica», reza el análisis de la agencia.
Ya en marzo de este año, Moody’s había advertido riesgos para el perfil crediticio de Chile, aunque en ese minuto mantuvo las perspectivas «Estables» y la calificación en A1.