Codó (Brasil), 10 nov (EFE).- La fabricante química Chlorum Solutions, pionera en la producción de cloro a pequeña escala, ha puesto en marcha en la localidad brasileña de Codó, en el estado de Maranhao, su tercera planta en Latinoamérica, con la que pretende impulsar el desarrollo regional de forma sostenible.
La unidad, con 10.000 metros cuadrados de área construida e inaugurada este sábado, operará bajo un sistema de pequeña escala, con una capacidad de producción inicialmente de 12 toneladas de cloro-álcali por día, pero que podrá ser ampliada hasta las 20 toneladas.
El cloro-álcali es un producto fundamental para diversas industrias químicas, siderúrgicas e incluso mineras y también se usa en el tratamiento de agua potable y la fabricación de productos de limpieza, como desinfectantes o lejías.
Se trata de la tercera planta de la compañía, que se encuentra en plena expansión y actualmente cuenta con fábricas operativas en Fortaleza, en el estado brasileño de Ceará e instalada en el interior de una estación de tratamiento de agua que abastece tres millones de personas, y en Uruguay.
«Nuestro plan de cinco años es implementar más de 10 plantas distribuidas por América Latina en general. Nuestro proyecto no está enfocado solo en Brasil, sino también en otros países y eventualmente a nivel global», afirmó a Efe Daniel Croce, presidente y cofundador de Chlorum Solutions, con sede en Estados Unidos.
La apuesta, según el presidente, es ofrecer alternativas que atiendan a la demanda regional de una forma más barata, eficaz, segura y ecológica.
Así, las plantas modulares utilizan la llamada tecnología de membrana, que elimina el mercurio y otras sustancias tóxicas del proceso de producción de cloro, ya que utiliza tan solo agua, sal y energía, y reduce significativamente el impacto ambiental.
Asimismo, gracias a una producción localizada y de pequeña escala, los compradores de productos a base de cloro, utilizado masivamente en toda la industria química, pueden eliminar los gastos con transporte y reducir, también, la emisión de carbono en la atmósfera.
«Con esta fábrica, vamos a reducir la emisión de carbono en 500 toneladas por año y, a medida que vamos expandiendo, esta reducción puede llegar a más de 1.000 toneladas por año tan solo por la eficiencia logística que ganamos en el proceso», recalcó Croce.
«REVOLUCIÓN LOGÍSTICA»
Para el CEO de la compañía, Alfredo Kerzner, las plantas modulares de pequeña escala suponen «una revolución en términos de logística», capaz de reducir «sustancialmente» el riesgo tanto en la producción como en el transporte del cloro.
«Ni tenemos ni trabajamos con cloro en su forma gaseosa. Y cuando no hay cloro en la forma gaseosa, que es altamente tóxico, se elimina toda la parte de riesgo de la planta», explicó.
«Estamos seguros de que (con la fábrica) también vamos a atraer para la región otras inversiones. Porque cuando hablamos de cloro-álcali, estamos hablando de la base de la industria química», sostuvo.