Barranquilla (Colombia), 8 jun (EFE).- Ante la alta probabilidad de sequías en Colombia por el fenómeno del niño que está previsto para el tercer trimestre del año, el sector palmicultor comenzó a adoptar medidas de prevención para mitigar la escasez de lluvias en estos cultivos que requieren altas cantidades de agua.
En el 51 Congreso Nacional de Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite (Fedepalma), que se realiza en Barranquilla, el presidente ejecutivo del gremio, Nicolás Pérez, indicó que se están desarrollando actividades como el mejoramiento de coberturas del suelo para retener humedad o el uso más eficiente del agua en los sistemas de riego.
Igualmente se refirió a «la aplicación y reciclaje de biomasa y la buena nutrición del cultivo, principalmente con potasio y cloro, nutrientes claves para que la palma de aceite enfrente de mejor manera el déficit hídrico».
Para Pérez, la afectación en los cultivos de palma de aceite en Colombia dependerá mucho de la severidad del fenómeno del Niño y de la mejor aplicación de las medidas que se requieren para mitigar sus efectos.
«En palmicultura hay una cosa muy importante y es que los efectos del clima no se reflejan inmediatamente en la producción, sino que hay un rezago de entre 18 y 24 meses de los efectos que tiene el clima», explicó el dirigente gremial.
PALMEROS PREPARADOS
José Julián Monroy, superintendente del campo experimental que tiene la Corporación Centro de Investigación en Palma de Aceite (Cenipalma) en Palmar de La Sierra (norte), explicó a EFE el apoyo que se les está brindando a los cultivadores para enfrentar la sequía.
Cenipalma en una entidad que trabaja en el mejoramiento de la sanidad, productividad y sostenibilidad del sector por medio de la investigación, con la que genera insumos y guías para la implementación de mejores prácticas.
«Desde Cenipalma hemos venido entregándoles a los palmeros una información para que se preparen para esa condición del niño. Una de esas actividades es que utilicen el agua eficientemente, que tengan sus sistemas de riego disponibles, pero hay otra serie de actividades enfocadas al manejo de suelos, a capitalizar el manejo de agua a través del manejo del suelo que mitigan los procesos de evaporación”, anotó Monroy.
Explicó que «en el manejo de la palma son importantes las podas, el manejo de los riegos y drenajes, para capitalizar el agua que podamos tener en esas épocas de sequía y minimizar su efecto».
IMPACTO A FUTURO
Para Elkin Adrián Fierro, gerente de operaciones de la empresa Luker Agrícola, el fenómeno del niño «a futuro, seguramente va a ser un golpe en la producción y habrá zonas, según lo que hemos analizado, que tendrán impacto».
«Si estos fenómenos del Niño se vuelven repetitivos, constantes y largos en el tiempo, creo que debemos repensar la agricultura y tener mayor conciencia sobre el manejo del agua para volvernos más eficientes en el manejo de ese recurso», anotó Fierro.
De acuerdo con cifras de Fedepalma, en 2022 el sector palmicultor contribuyó con más de 17 % del PIB rural de Colombia, generó más de 200.000 empleos directos e indirectos y además promovió prácticas de gestión de ese recurso de cara a la adaptación y mitigación de la crisis climática.
La palma de aceite es el cultivo de mayor extensión en Colombia con casi 600.000 hectáreas y de él viven casi 7.000 productores, de los cuales 72 % tienen menos de 20 hectáreas.