Ciudad de Panamá, 17 sep (EFE).- El diálogo instalado el pasado 21 de julio con grupos populares para solucionar la crisis social desatada en el país por la carestía de la vida, concluyó su primera fase para empezar una segunda etapa con la participación del sector empresarial, informó este sábado el Gobierno Nacional.
En su boletín número 51 sobre las «negociaciones por la paz social» el Ejecutivo del presidente, Laurentino Cortizo, anunció oficialmente el cierre del primer ciclo del diálogo, y dijo que los grupos sociales que participaron en esta fase estarán en la segunda, al igual que representantes del sector empresarial, el Gobierno y otras asociaciones vinculadas a los ejes temáticos.
Se acordó que en el nuevo periodo, además de dar seguimiento a los disensos de la primera fase, se discutan las temáticas sobre seguridad y soberanía alimentaria; derechos humanos; ambiente y pueblos originarios; vivienda y hábitat (infraestructura pública); educación, juventud y desarrollo social; salud y seguridad social; laboral, transporte y logística.
Las primeras reuniones se realizarán el 7 y 8 de octubre de 2022 en Ciudad de Panamá, mientras que las sesiones plenarias tendrán lugar en la provincia central de Coclé, donde se han dado la mayor parte de las conversaciones con la mediación de la Iglesia Católica.
El alto costo de los medicamentos, de los combustibles y de los alimentos causó en julio pasado las mayores protestas sociales en décadas en Panamá, que llevaron al Gobierno a la instalación de una mesa de diálogo con los sindicatos, los indígenas y los gremios de docentes para consensuar medidas para la rebaja de los precios.
En la Mesa Única de Diálogo, instalada el pasado 21 de julio, se acordó la congelación y control de precios de 72 alimentos de la cesta básica, así como el compromiso oficial de elevar al 6 % del producto interno bruto (PIB) el presupuesto de la educación pública.
El Gobierno de Cortizo rebajó y congeló en 3,25 dólares el galón (3,78 litros) el precio de los combustibles, disparados por la crisis internacional y que llegaron a superar los 6 dólares, en un intento fallido por apaciguar las protestas, que cesaron a finales de julio tras la instalación del diálogo.
Además, el Gobierno igualmente avaló la recomendación de una mesa técnica y autorizó la rebaja temporal del 30 % en el precio de 170 medicamentos de uso regular en Panamá, uno de los países con los costos más altos en medicinas en la región, como han denunciado sectores sociales desde hace un año.
En la primera fase se debatió igualmente sobre la rebaja de la energía; la situación de la Caja de Seguro Social y las pensiones; la corrupción y la transparencia. Y se formalizó la mesa intersectorial y de seguimiento «para resolver los disensos, verificar el cumplimiento de los acuerdos y buscar soluciones a los problemas estructurales».
En el diálogo participan la Alianza Pueblo Unido por la Vida, la Alianza Nacional por los Derechos del Pueblo Organizado (Anadepo) y Bastión de Lucha del Oriente Chiricano, Comarca Ngäbe Buglé y Campesinos.
La mesa única fue muy cuestionada por el sector privado porque no participa en ella.
Lo grupos populares que integran la Alianza Pueblo Unido por la Vida denuncian que el Gobierno no ha cumplido la totalidad de acuerdos alcanzados, y exigen, entre otras cosas, que se mantenga en 3,25 dólares el precio del combustible decretado por tres meses que vence a mediados de octubre. Además, que se respete la rebaja de la cesta básica, que aumente el porcentaje de reducción del precio de los medicamentos y se incluyan más medicinas.