Lima, 24 jun (EFE).- Hasta 33.369 millones de soles (unos 8.400 millones de dólares) fueron retirados de manera anticipada del sistema privado de pensiones de Perú a raíz de las distintas normas de emergencia dictadas por la pandemia de la covid-19 para amortiguar el impacto económico de la crisis.
Esto es casi la mitad de los 70.615 millones de soles (17.755 millones de dólares) que fueron sacados del sistema desde que en 2016 se dictaron distintas leyes para usar ese dinero a fondos distintos a la jubilación, informó este jueves la Superintendencia de Banca y Seguros y Fondos Privados de Pensiones del Perú (SBS).
Sin embargo, el valor actual de los fondos privados de pensiones asciende a 161.836 millones de soles (unos 40.700 millones de dólares), prácticamente lo mismo que antes de la pandemia gracias a la «excelente» rentabilidad del 25 % en promedio que registraron las agencias de fondos de pensiones (AFP) en 2020.
No obstante, una nueva norma aprobada recientemente en el Congreso, que permite a los afiliados retirar de los fondos privados de pensiones hasta 17.600 soles (4.425 dólares) de manera anticipada puede causar una descapitalización del 25 % de la cartera.
En el peor de los casos, la SBS estima que puede causar una descapitalización adicional de 40.186 millones de soles (10.104 millones de dólares) si reclaman su dinero los 5,6 millones de personas que tienen derecho a hacerlo bajo esta última norma.
DEBILIDAD POR RETIROS
Esto llevaría a que 5,9 de los casi 8 millones de afiliados que tiene el sistema privado de pensiones de Perú se quedasen sin recursos en sus respectivos fondos, según advirtió en una conferencia con la Asociación de Prensa Extranjera en el Perú (APEP) el superintendente adjunto de AFP, Elio Sánchez.
«Más retiros lo único que harán es deteriorar más el sistema, con una menor pensión de jubilación para los afiliados, expuestos a la pobreza en la vejez, justamente lo que se busca evitar con un sistema de pensiones», comentó Sánchez.
Por ello, la SBS consideró fundamental aumentar la cobertura del sistema privado de pensiones con incentivos para trabajadores informales que actualmente no cotizan y acometer una reforma paulatina del sistema.
«Nuestra opinión es que tiene que haber una reforma orientada a restaurar como fin único la obtención de una pensión para la vejez o para casos de invalidez. Deberían retirarse todas estas leyes que posibilitan retiros anticipados», comentó la superintendente de la SBS, Socorro Heysen.
«Creo que es necesario hacer una integración de los sistemas que preserve la posibilidad de los afiliados de realizar aportes individuales a su fondo previsional y que mantengan la propiedad de los fondos», agregó.
CON PAUTAS DE OCDE
Heysen recomendó a las autoridades seguir un informe de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) que propuso a Perú un sistema «en dos capas».
Primero una básica para alcanzar una pensión mínima que pudiera estar complementada con una contribución estatal y luego otra de aportes individuales que implica la constitución de un fondo de pensiones individual.
«Es fundamental que cualquier reforma se construya sobre lo bueno que tienen los sistemas actuales. Tienen bastantes defectos pero también bastantes cosas buenas», apuntó Heysen.
En ese sentido, la superintendente se mostró tranquila respecto al izquierdista Pedro Castillo, virtual presidente electo de Perú, cuyo portavoz económico, Pedro Francke, ha asegurado que no habrá confiscaciones ni nacionalizaciones de los fondos privados de pensiones.