México, 18 sep (EFE).- El peso mexicano cerró la semana intercambiándose en 21,07 unidades por dólar estadounidense en el mercado interbancario, su mejor dato desde inicios de marzo y que supone la sexta semana consecutiva de apreciación.
El dato implica una apreciación del 1,03 % respecto al viernes pasado, cuando la divisa latinoamericana cotizó en 21,29 por billete verde.
«La política monetaria acomodaticia de la Reserva Federal estadounidense (Fed) sumada a un optimismo y a una alta tasa de interés en México es lo que ha provocado las apreciaciones del peso mexicano», explicó a Efe la directora de análisis económico-financiero de Banco Base, Gabriela Siller.
Siller destacó que la Fed, tal y como anunció esta semana, «tiene la expectativa de continuar con tasas de interés en mínimos históricos durante un periodo prolongado de tiempo».
«Esto provoca, junto con optimismo a nivel global dado que se espera que pueda en breve salir una vacuna contra el coronavirus, que vuelen los flujos de capitales buscando un mayor rendimiento», analizó.
La analista indicó que México tiene «una tasa de interés real positiva y de las más altas a nivel global», lo que atrae la atención de los inversores y provoca las apreciaciones de la divisa mexicana.
En esta semana el tipo de cambio alcanzó un nivel mínimo de 20,85 y un nivel máximo de 21,31 pesos por dólar, y podría «seguir apreciándose hasta niveles cercanos a los 20,60 pesos por billete verde».
La leve corrección que sufrió este viernes se debió a «un efecto rebote de las apreciaciones fuertes que mostró al inicio de la semana».
Antes del estallido de la pandemia de la COVID-19, que ha dejado casi 685.000 contagios y más de 72.000 decesos en el país, la moneda mexicana cotizaba alrededor de las 18,5 unidades por dólar estadounidense.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró esta semana que las últimas apreciaciones se deben a que «hay confianza» en el país y que «poco a poco» se va saliendo de la crisis.
«Si ese es el supuesto, de que el dólar está débil, entonces no tendría por qué al mismo tiempo fortalecerse el peso, podría fortalecerse cualquier otra moneda del mundo», reflexionó ante los cuestionamientos de la prensa.