Río de Janeiro, 18 may (EFE).- La petrolera brasileña Petrobras anunció este miércoles que recurrirá la decisión de las autoridades ambientales de denegarle la licencia para buscar petróleo y gas en la cuenca marina ubicada frente a la desembocadura del río Amazonas.
«La compañía seguirá buscando esa licencia y ejercerá su derecho a pedir la revisión (de la decisión) en el ámbito administrativo», informó la mayor empresa de Brasil en un comunicado.
Petrobras, compañía controlada por el Estado pero con acciones negociadas en bolsa, aseguró que recibió con sorpresa la decisión del Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama) de negarle la licencia, asegurando que cumplió todas las exigencias hechas por el regulador.
Según el Ibama, la petrolera puede volver a solicitar la licencia, pero para ello tendrá que presentar una evaluación ambiental de área sedimentaria, un complejo, costoso y demorado conjunto de estudios necesarios para determinar los riesgos ambientales de la actividad petrolera en una región.
La compañía alegó que el desarrollo petrolífero del área conocida como Margen Ecuatorial es «un compromiso» que asumió ante la Agencia Nacional de Petróleo (ANP) y que puede ser sancionada con una multa en caso de que lo incumpla.
«La compañía sigue comprometida con el desarrollo del Margen Ecuatorial y reconoce la importancia de nuevas fronteras para garantizar la seguridad energética del país y los recursos necesarios para (financiar) la transición energética justa y sustentable», según el comunicado.
Por tratarse de una de sus prioridades, la empresa tiene reservados 3.000 millones de dólares, el 49 % de los recursos destinados a actividades exploratorias hasta 2027, para perforar 16 pozos en el Margen Ecuatorial.
El Margen Ecuatorial, la cuenca marina en aguas profundas del Atlántico ubicada frente a la desembocadura del Amazonas, es un prometedor horizonte petrolero que, según cálculos oficiales, puede contar con reservas de 10.000 millones de barriles.
La región, sin embargo, cuenta con una rica diversidad biológica y con un delicado sistema de arrecifes aún no muy bien estudiado, por lo que es altamente vulnerable a actividades petroleras.
Esto obligó a multinacionales como Total y BP a desistir de explorar la zona y a renunciar a sus concesiones.
La petrolera brasileña alega que el primer pozo que pretende perforar está ubicado a 175 kilómetros del litoral brasileño y a 500 kilómetros de la desembocadura del Amazonas.
Petrobras aclaró que, tras la decisión del Ibama, enviará a otra región del país la sonda que había ubicado en el Margen Ecuatorial para iniciar perforaciones y redistribuirá los recursos que había reservado para el proyecto.