Río de Janeiro, 28 abr (EFE).- La petrolera estatal Petrobras informó este jueves que vendió por 2.200 millones de dólares toda su participación en un campo de explotación en aguas profundas del océano Atlántico que comparte con la subsidiaria de la española Repsol, como parte de su ambicioso programa de desinversión.
La negociación fue cerrada este jueves con la empresa brasileña Petro Rio Jaguar Petróleo LTDA, que desembolsó 292,7 millones de dólares con la firma del contrato. Otros 1.660 millones de dólares serán abonados al cierre de la transacción y se entregarán hasta 250 millones de dólares en pagos contingentes, dependiendo de las cotizaciones futuras del Brent.
El campo Albacora Lester está ubicado, en su mayoría, en la cuenca de Campos, un yacimiento localizado en el denominado presal, el horizonte de explotación que Brasil descubrió en aguas profundas por debajo de una capa de sal de dos kilómetros de espesor y cuyas gigantescas reservas pueden convertir al país en uno de los mayores exportadores mundiales de crudo.
El pozo, que se encuentra a unos 120 kilómetros del litoral de Río de Janeiro y cuya concesión está compartida con la española Repsol (que posee el 10 % de la participación), tuvo una producción de 25.400 barriles de petróleo por día durante el primer trimestre de 2021 y de 615.300 metros cúbicos de gas por día, según el comunicado divulgado por la compañía brasileña.
Petrobras es el operador del campo con una participación del 90 % y el 10 % restante pertenece a Repsol Sinopec Brasil, subsidiaria de la petrolera española.
La venta está enmarcada en el ambicioso plan de desinversiones de la mayor empresa de Brasil destinado a reducir la deuda, mejorar su perfil financiero y centrar las operaciones en los activos más rentables, principalmente los de explotación de hidrocarburos en aguas muy profundas.
De acuerdo con Petrobras, la compañía busca concentrar sus recursos en los campos que tiene en aguas profundas del océano Atlántico, «activos que han demostrado una gran ventaja competitiva a lo largo de los años, con menores emisiones de gases de efecto invernadero».
Petrobras, que es controlada por el Estado brasileño, pero cuenta con acciones negociadas en las bolsas de Sao Paulo, Nueva York y Madrid, tiene previsto alcanzar unas desinversiones que varían entre los 15.000 millones de dólares y los 25.000 millones de dólares entre 2022 y 2026.