San José, 16 oct (EFE).- Un plan de seguridad alimentario beneficiará a unas 1.500 familias productoras del Trifinio centroamericano, una región compuesta por comunidades fronterizas de Honduras, Guatemala y El Salvador, informó este viernes el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
El IICA, con sede en Costa Rica, destacó la importancia de la iniciativa para la Mancomunidad Trinacional Fronteriza del Río Lempa (MTFRL), en la región del Trifinio, pues pretende ayudar en la mitigación de los problemas de inseguridad alimentaria y nutricional que enfrenta esa zona, que se han agravado por la pandemia de la covid-19.
El IICA lideró el diseño del denominado Plan de Atención a la Inseguridad Alimentaria y Nutricional de la Mancomunidad Trinacional Fronteriza Río Lempa, que se centrará en fortalecer la producción agrícola de autoconsumo en parcela y patio para asegurar la provisión continua de alimentos a la población.
El plan también implementará modelos de diversificación con granos básicos, cultivos anuales, hortalizas y aves de traspatio según la diversidad topográfica y de ecosistemas de las zonas territoriales, que permita mejorar las condiciones nutricionales de las familias y generar ingresos.
Esta iniciativa fue presentada en el marco del Día Mundial de la Alimentación, y representa una iniciativa conjunta entre la Unión Europea (UE), el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), el IICA y la MTFRL, una de las zonas más vulnerables del mundo al hambre y la desnutrición.
Con el plan de acción además se pretende brindar acompañamiento técnico y facilitar la transferencia de tecnologías para la implementación de los modelos de diversificación agrícola definidos, mediante asistencia técnica virtual, guías tecnológicas y el uso de telefonía celular.
El plan aprovecha los programas y proyectos que se ejecutan en la región como el Programa Centroamericano de Gestión Integral de la Roya del Café, el Proyecto Sistemas Agroforestales Multiestrato Adaptados para el Corredor Seco Centroamericano y el Programa de Sistemas de Información para la Resiliencia en Seguridad Alimentaria y Nutricional del SICA.
«El plan surge a partir de un reconocimiento de hacer un ajuste estratégico de las acciones de cooperación de la UE en Centroamérica para apoyar y mitigar los efectos de la pandemia en la región; agradecemos la apertura y disponibilidad del IICA para liderar el diseño», declaró en un comunicado el embajador de la UE ante el SICA, Andreu Bassols.
El diplomático agregó que la UE está comprometida con alcanzar el objetivo de desarrollo sostenible de hambre cero, por lo que ha trabajado con socios para apoyar procesos orientados a erradicar el hambre, alcanzar la seguridad alimentaria y nutricional y promover una agricultura sostenible.
El secretario general del SICA, Vinicio Cerezo, dijo que «invertir y contribuir para que Centroamérica enfrente desafíos que permitan dar un salto de calidad en el desarrollo, es una decisión estratégica que trasciende fronteras y continentes».
El director general del IICA, Manuel Otero, expresó que «es tiempo de acción», pues en esta pandemia «la rueda de la agricultura no puede parar».
«Nuestros agricultores deben contar con insumos, asistencia técnica, seguir un marco de buenas prácticas para tratar de frenar y ojalá podamos revertir este preocupante cuadro de inseguridad alimentaria y nutricional», afirmó Otero.
Otero dijo que en esa región centroamericana hay cifras que indican casi 170.000 personas que se encuentran en fase acentuada de inseguridad alimentaria y nutricional y casi 120.000 en fase crítica, lo que demuestra el fuerte deterioro en los niveles de consumo y un empobrecimiento de las dietas.