Ciudad de México, 18 oct (EFE).- La conversación en torno a las desigualdades laborales entre mujeres y hombres existe desde hace incluso décadas pero los avances tardan en materializarse. «Rompe la brecha», un libro de la abogada mexicana Norma Cerros, quien lleva años investigando sobre este asunto, puede funcionar como guía y también como luz.
«En la conversación ya muchas personas y organizaciones saben que no es políticamente correcto estar en contra de la igualdad de género pero a la hora de verlo traducir en acciones es donde se queda muy corto», expuso en una entrevista con EFE Cerros, creadora de Womerang, una plataforma enfocada en el empoderamiento de mujeres y la equidad de género.
La autora consideró que si bien el discurso avanza -al menos desde algunos sectores-, no lo hace de manera equilibrada y, además, «falta traducirlo en acciones concretas».
Y este libro, dijo, es una manera de acercarse al estado de la cuestión, saber cómo ha ido evolucionando la problemática y tratar de accionar para que cambie.
«La invitación es a que se den la oportunidad de desaprender, de ver estos datos y aprender que individualmente podemos vivir una realidad pero luego es algo que nos pasa a todas y es parte de un problema sistémico, porque ni tú ni yo tenemos los 136 años que nos dice el Banco Mundial que vamos tardar en cerrar la brecha de género», sentenció Cerros.
La participación de las mujeres en la fuerza laboral de México es una de las más bajas entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y de Latinoamérica.
Solo 43 % de las mexicanas en edad de trabajar están en la población económicamente activa (PEA) frente al 75,5 % de los hombres, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Mientras los hombres han recuperado el nivel de trabajo previo a la pandemia, las mujeres afrontaban un déficit de 1,14 millones de empleos al cierre de 2021, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
La brecha salarial de género es del 13 %, es decir, por cada 100 pesos (unos 4,8 dólares) que ingresa un hombre por un empleo, una mujer recibe 87, detalló el Instituto Mexicano de Competitividad (IMCO) el pasado marzo.
Con todos estos datos, y muchos otros expuestos por Cerros, se invita a las mujeres, principales destinatarias de este libro, a cuestionarse sobre su lugar.
«Me hubiera encantado tener algo así, un tipo de guía, de herramienta que juntara el conocimiento y además me diera algo de esperanza», expuso, pero matizó que las situaciones en las que cada una es consciente de que la meritocracia y el esfuerzo no funcionan igual para ellas que para los hombres son diversas.
Para ella, ese momento se dio cuando fue madre. «Lo más doloroso para mí fue el sentirme defraudada, el sentir que me dieron la fórmula de mentira de que si seguías la meritocracia, si sumabas puntos en la escuela, diplomas y experiencia ibas a llegar y tener los resultados que tienen la mayor parte de los hombres», compartió.
UNA BRECHA MÁS PROFUNDA
Y la brecha se profundiza en México más que en otros lugares, el machismo arraigado que llega a lugares tan oscuros como los feminicidios (en México son asesinadas más de 11 mujeres cada día, según datos de diversas ONG) también llega a lo laboral.
«(La violencia contra las mujeres) es algo que el gobierno tiene que atender de manera urgente porque no puede existir en el trabajo si no existimos las mujeres. Yo creo que en ese sentido la violencia de género es mucho más grave y normalizada (en México que en otros países)», añadió la autora.
Pero el camino puede ser luminoso si se da un despertar que lleve a acciones concretas y del empoderamiento de las mujeres, consideró Cerros.
«Donde tenemos una mayor posibilidad creo de generar el cambio de manera más concreta es en el ámbito individual y particularmente las mujeres. Me refiero a cómo podemos empezar a conversar sobre esos temas, cómo empiezo a cuestionarme si mis decisiones las estoy tomando con base a una creencia o estereotipo o cómo invito a otros a hacer lo mismo», terminó.