Miami, 20 oct (EFE).- La compañía Royal Caribbean (RC) recuperará en 2023, después de nueve años de ausencia, una ruta con base en Panamá, pero por ahora no tiene planes de regresar más al sur del continente, una región que todavía plantea algunos interrogantes.
«Nos encantaría estar ahí (Suramérica), es algo que sería muy importante para nosotros, porque no tenemos lugares para poner los barcos durante el invierno (boreal)», dice en una entrevista con EFE el vicepresidente internacional de RC, Bert Hernández.
El directivo, nacido en EE.UU. de padres cubanos, habló con EFE con motivo de la presentación virtual de Icon of the Seas, el que será el crucero más grande del mundo, que aun está en construcción y entrará en servicio en enero de 2024 desde Miami.
Los invitados a la presentación pudieron hacerse una idea de lo que será ese barco de 19 pisos de altura que tendrá a bordo el parque acuático más grande sobre el mar, entre otros muchos atractivos.
SURAMÉRICA EN EL HORIZONTE
Durante la entrevista, Hernández manifestó que Suramérica, especialmente Brasil y Argentina, podría ser un mercado «perfecto» no solo porque cuando es invierno en el norte allí es verano, sino por sus atractivos naturales y culturales.
Sin embargo, hay factores, como los impuestos y la inestabilidad en algunos países, que dificultan la expansión de RC en la región.
«Miami ya estaba bastante lleno (de barcos) y ahora nos estamos expandiendo a Texas, a California, a Australia, pero tiene todo el sentido en el mundo que podría ser Sudamérica, América Latina», agrega el vicepresidente internacional de RC.
El mes próximo, Royal Caribbean inaugurará una terminal en Galveston (Texas), desde la cual el crucero Allure viajará a destinos del Golfo de México y la Riviera maya mexicana.
Royal Caribbean, el segundo operador de líneas de cruceros del mundo, tuvo barcos en Brasil, pero hace años que dejó ese mercado.
Hernández menciona los altos impuestos como una de las razones.
«Brasil es el ejemplo perfecto. Debería ser un mercado muy fuerte para nosotros, pero, para empezar, la moneda (el real) cayó mucho y tienen unos impuestos increíbles. Ahí te quitan el 20 %, que es algo con lo que uno no puede competir», subraya.
PANAMÁ, EL REGRESO
Para el regreso de Royal Caribbean a la región se ha escogido Panamá, un mercado en el que estuvo presente hasta hace nueve años, y como puerto base el de Colón.
El barco elegido es el Rhapsody of the Seas, con capacidad máxima para unos 2.400 pasajeros, que realizará un itinerario de siete noches desde diciembre de 2023 hasta abril de 2024 por las islas de Aruba, Bonaire y Curacao (Países Bajos) y Cartagena (Colombia).
En sus últimas ocho salidas cruzará el Canal de Panamá para llegar hasta puertos de la costa del Pacífico de Costa Rica.
Esta línea va a servir para «el desarrollo del mercado y para ver si podemos atraer también a los americanos (estadounidenses), que por ahora están gastando mucho y comprando mucho y que tienen el dólar muy fuerte», dice Hernández.
Ese dólar muy fuerte es algo a lo que Royal Caribbean se mantiene «vigilante», pues afecta a los turistas que viajan a EE.UU. para abordar los barcos con salidas desde puertos de este país, el principal mercado del sector de cruceros.
«Eso no es algo que se pueda sostener por mucho tiempo. Pensamos que en una temporada se tiene que arreglar», afirma.
Cuando se le pregunta por la recuperación tras la pandemia de la covid-19, que desde el punto de vista económico golpeó inusitadamente a las industrias vinculadas a los viajes, destaca señales positivas en las tasas de ocupación, pero subraya que aun no se han alcanzado los niveles de 2019, lo que se espera para 2023.
La demanda y los precios están fuertes, también el promedio de gasto a bordo, señala.
Al respecto, otras fuentes de RC señalaron a EFE que se ha vuelto a registrar un crecimiento sostenido en estos meses y que se están implementado esfuerzos y estrategias para regresar a los números previos a la pandemia, que implican un crecimiento entre el 15 y 20 %, dependiendo el país.
En el caso de América Latina, la compañía ve dos áreas diferenciadas: Centroamérica-Caribe y Suramérica.
El primero es un mercado que se ha consolidado desde antes de la pandemia con niveles de 400 millones de dólares en ventas.
Se trata del principal destino mundial para cruceros, con un 34,4 % del total, según datos de CLIA, la asociación que agrupa a las principales navieras del mundo.
Por otro lado, Suramérica representaba antes de la pandemia sólo el 3 % del mercado emisor global. Es algo que Royal Caribbean ve como una gran oportunidad para crecer, dice a EFE Alberto Muñoz, responsable de América Latina.
Ana Mengotti