Ciudad de Panamá, 1 may (EFE).- Con la tasa de desempleo más alta en 20 años y en medio de un diálogo para reformar las pensiones, los sindicatos de Panamá marcharon este Primero de Mayo para denunciar el «modelo excluyente que arrebata derechos laborales y de seguridad social» a la clase trabajadora, a la que pidieron unidad para hacer de esta una nación «próspera para todos».
«Más de un año después de (iniciada) la pandemia la clase obrera se moviliza para conmemorar este Primero de Mayo, que en Panamá nos toma en medio de una pandemia que se hace sentir con rigor en la lucha de clases», dijo a Efe Saúl Méndez, líder del poderoso sindicato panameño de construcción Suntracs.
En Panamá, argumentó el excandidato presidencial izquierdista, «hay un gobierno títere del poder económico que ha implementado toda clase de medidas contra los trabajadores», durante la pandemia, que ha dejado como legado la tasa de desempleo más alta en 20 años (18,5 %) y una informalidad que ronda del 53 %.
En este país, de 4,2 millones habitantes y que hasta 2019 mantenía tasas de crecimiento envidiables, reina «un modelo económico, político y social excluyente», que deja «hambre, miseria y desesperación» para el pueblo, unas condiciones que se han «agravado con la pandemia», dijo Méndez.
«Este Primero de Mayo nos llama a la unidad para enfrentar nuestra realidad, transformar el país en un país próspero, sí, pero para todos», añadió Méndez, en alusión a la desigualdad social en Panamá, reconocida como una de las más elevadas del mundo por organismos internacionales.
Con pancartas, banderas, usando mascarillas y manteniendo dentro de lo posible la distancia social, los miembros de diversos sindicatos se movilizaron este sábado por el centro de la capital. Algunos lo hacían al grito de «sin lucha no hay victoria, la pelea es peleando, viva el Primero de Mayo».
LA CRISIS POR LA PANDEMIA Y LA REFORMA DE LAS PENSIONES
Este Primero de Mayo encuentra a un Panamá sumido en una grave crisis derivada de la pandemia, con una economía que se derrumbó un 17,9 % en el 2020 y que en enero pasado volvió a caer (-14,6 %) a causa de las restricciones impuestas por el Gobierno para frenar la covid-19, que ha dejado en más de un año 364.576 contagios -de ellos 3.959 activos ahora- y 6.232 muertes.
A juicio de los sindicatos, el Ejecutivo ha legislado y aplicado medidas en contubernio con los empresarios que han recargado la crisis en los trabajadores del sector privado, que son lo que se han quedado sin ingresos. La planilla estatal por otra parte ha crecido.
«Es injusto que los trabajadores seamos los que estamos pagando la crisis. A la banca el Gobierno le dio 1.500 millones de dólares», pero a una parte de los trabajadores afectados por la crisis se les ha dado un bono mensual, primero de 80 dólares y actualmente de 120 dólares mensuales «que realmente no alcanza para mucho», dijo a Efe la secretaria general de la Central Autónoma de Trabajadores, Nelva Reyes.
La conmemoración del Primero de Mayo también llega cuando se intenta consensuar una reforma al deficitario sistema de pensiones en una mesa de diálogo, de la que ya se levantaron los principales sindicatos denunciando que el Ejecutivo y los empresarios buscan privatizarlo.
Los líderes sindicales denunciaron que en plena pandemia «se están arrebatando los derechos laborales, de seguridad social» a los panameños, y aseveraron que no permitirán cambios al Código del Trabajo ni que se eleve la edad de jubilación, la cuota obrero-patronal o que se reduzca el monto de las pensiones.
Por su parte, el presidente panameño, Laurentino Cortizo, «como el primer obrero» del país, dijo que reconoce «la labor de cada trabajador panameño, que día a día se esfuerza por entregar lo mejor de sí».
«Reitero mi compromiso con seguir impulsando acciones para la recuperación económica en beneficio de todos los panameños», añadió el mandatario en un mensaje en Twitter por el Día de los Trabajadores.