Río de Janeiro, 30 abr (EFE).- La subasta pública del histórico edificio A Noite, localizado en la zona portuaria de Río de Janeiro y considerado el primer rascacielos erguido en Latinoamérica, fue realizada este viernes sin que se presentara ninguna oferta por el predio histórico, informó el Ministerio de Economía de Brasil.
Anunciada por el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, en julio del año pasado y aplazada varias veces por diversos motivos, «la subasta fue realizada y no se presentaron interesados», comunicó a Efe la cartera ministerial, responsable por la privatización del edificio.
El año pasado, Bolsonaro escribió en su perfil de Twitter que la subasta sería «una rueda más de las innumerables acciones de reducción de los gastos públicos y desperdicio de dinero del pagador de impuestos» e indicó también que el edificio estaba valorado en 90 millones de reales (unos 16,5 millones de dólares).
Con 102 metros de altura y 22 pisos, el edificio A Noite fue en 1929 el primer rascacielos -edificaciones con más de 100 metros- inaugurado en Latinoamérica, pero nunca consiguió el estatus de «el más alto», pues pocos días después, en ese mismo año, el Martelli de Sao Paulo comenzó a operar con 119 metros y 30 plantas.
El edificio, que se convirtió también en el primer mirador de Río de Janeiro, fue proyectado por el arquitecto francés Joseph Giré, el mismo creador del icónico Hotel Copacabana Palace, y por el brasileño Elisario Bahiana.
Desde su creación, el edificio acogió la Radio Nacional, que operaba en la entonces capital Río de Janeiro, y hasta 2012 fue ocupado por la Empresa Brasil Comunicación (EBC), la estatal que administra los medios públicos, incluida la emisora.
El nombre A Noite (la noche) fue dado en referencia al desaparecido diario vespertino homónimo, que tenía su sede en el edificio.
En las décadas de los 40 y 50, el predio recibía en su auditorio a una gran cantidad de público que acompañaba las transmisiones en directo por la radio de los programas musicales con los principales artistas de la época.
En el proyecto de privatización, que deberá ser retomado con una nueva subasta, la Secretaría de Patrimonio de la Unión sugiere que la edificación puede ser utilizada con fines residenciales o turísticos, aprovechado la privilegiada vista frente a la Bahía de Guanabara y la remodelación de la zona portuaria de la ciudad.