Montevideo, 1 may (EFE).- Los reclamos de aumento del salario real, partidas especiales para los sectores más vulnerables y reducción de la jornada laboral marcaron el acto principal del Día Internacional de los Trabajadores en Uruguay, donde la central sindical lanzó duras críticas al Gobierno.
En un ambiente de distención, entre banderas de sindicatos y puestos de venta de las típicas tortas fritas o los tradicionales choripanes, cientos de trabajadores se acercaron en la mañana de este lunes a la Plaza Primero de mayo de Montevideo.
Allí, bajo el lema «Hoy como ayer, la clase obrera no fallará», la central sindical, el PIT-CNT, dio inicio a un evento especial, pues desde el comienzo se recordaron dos aniversarios: los 50 años de la Huelga General iniciada tras el golpe de Estado de 1973 y el 40 aniversario del 1 de mayo de 1983, hito en el proceso hacia la reapertura democrática de 1985.
Tras la presentación de dos intervenciones artísticas en el escenario dispuesto en la plaza, ubicada frente al Palacio Legislativo del país, tomaron la palabra los dirigentes sindicales.
Hacia el comienzo de una larga intervención, el presidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala, aludió a las amplias discrepancias entre el movimiento sindical y el Gobierno del centroderechista Luis Lacalle Pou.
«Entendemos que objetivamente el proyecto de país que se viene implementando es la estrategia de la desigualdad», lanzó quien marcó distancia con la postura ideológica de «dejar que funcione el mercado» para generar desde la cúspide «un derrame que algún día le va a llegar a los sectores populares».
Abdala repasó luego los indicadores económicos y puntualizó que pese a que el producto interno bruto «desde el 2019 a la fecha creció más de un 3,5 %» en el país, el salario actual «está 3,7 % por debajo del de 2019».
En esa línea, planteó una serie de «propuestas inmediatas» que resumió en la necesidad de un aumento del salario real, de un «plan de generación de puestos de trabajo de calidad» y de «partidas especiales con el objetivo de erradicar la pobreza».
A lo que recordó que la ley de las ocho horas de trabajo fue aprobada en Uruguay en 1912 por «influjo» del Batllismo, corriente del expresidente José Batlle y Ordóñez (1903-1907 y 1911-1915), subrayó que ya «está vieja» y hay que pensar en reducir la jornada.
«Tomando el ejemplo reciente de lo que ha hecho el Parlamento en Chile (…) (surge) la necesidad de la reducción de la jornada de trabajo sin reducción del salario como bandera del movimiento obrero, porque ya estamos quedando atrasados no solamente en el concierto europeo sino de nuestros países vecinos», recalcó.
El sindicalista, por otro lado, apuntó contra la recientemente aprobada reforma jubilatoria -impulsada por la coalición de gobierno de Lacalle Pou-, a la que tachó de «ajuste fiscal encubierto» y de «despropósito» pues, dijo, «exacerba la desigualdad».
«El movimiento sindical va a dar pelea por una reforma alternativa de la seguridad social que cambie los tantos de la financiación, que amplíe los derechos y que sea sustentable, económicamente, ambientalmente», enfatizó sobre el plan del PIT-CNT, que, dijo, ya evalúa las vías constitucionales para derogar la oficialista.
«Levantamos la perspectiva de apuntar a procesos que vayan generando las condiciones de una nueva reforma tributaria que grave más al gran capital para poder diversificar la matriz productiva, redistribuir la riqueza y profundizar la democracia», fue otro de los planteos de Abdala.
Entre los asistentes al acto, que tuvo réplicas a menor escala en otros departamentos (provincias) del país, estuvieron el expresidente uruguayo José Mujica (2010-2015), la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, y el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado.