Redacción Internacional, 18 may (EFE).- Un 82,8 % de las ejecutivas de Chile, Colombia, México y Perú afirma notar un trato más favorable hacia los hombres para que ocupen puestos de dirección, una percepción que aumenta al 87 % en las profesionales entre los 20 y los 40 años, según un estudio publicado este martes por la escuela de negocios Esade de España.
La encuesta Esade Gender Monitor Latam 2021 entrevistó a más de 1.000 directivas de esos cuatro países con la colaboración del AmericaEconomía Intelligence para analizar por segundo año consecutivo la desigualdad de género según las directivas de la región.
El dato es «muy llamativo» porque se produce «en una generación educada en un entorno de completa igualdad formal» aseveró en un comunicado Patricia Cauqui, coautora del informe y profesora en programas de «Gender Balance» y «D&I» de Esade.
«Se están haciendo avances en corresponsabilidad, sin embargo, incluso las más jóvenes siguen sintiendo mucha presión en cuanto al papel que la sociedad de su país asigna a la mujer», añadió Cauqui.
TEMEN QUE LA PANDEMIA AFECTE A LOS ASCENSOS
Este año, la encuesta recogió los estragos de la pandemia, que, según el 70 % de las encuestadas, aumentará la desigualdad de género. Además, el 41,4 % aseguró que la crisis sanitaria afectará sus oportunidades de ascenso laboral.
Entre los obstáculos para conseguir una promoción, las mujeres enumeraron la falta o poca eficacia de las políticas de igualdad de género (16,5 %) y la dificultad para combinar el cuidado de los hijos con un puesto de responsabilidad (15,8 %).
El hecho de que algunas mujeres opten por puestos que les permitan un mejor balance entre su vida personal y profesional también impacta negativamente en su carrera profesional, como afirman un 15,1 % de las encuestadas.
Más allá de los obstáculos para conseguir una promoción, las ejecutivas también resaltaron que las principales barreras de género en su trabajo son la desigualdad salarial (22,9 %), la falta de reconocimiento (20,8 %) y la dificultad para la conciliación familiar (15,1 %).
TRABAJO FLEXIBLE POR LA PANDEMIA
Las mujeres suelen sufrir dificultades para conciliar la vida laboral y la personal. Aún así, un 76,8 % de las encuestadas destacó que sus compañías se adaptaron a su situación familiar durante el periodo más duro de la pandemia y un 80,9 % expresó que las nuevas medidas tomadas han favorecido el trabajo flexible.
La rápida adopción del teletrabajo durante la pandemia «ha acabado con las resistencias y dificultades que todavía existían para su implementación en muchos casos», apuntó Eugenia Bieto, directora de Esade Women Initiative y coautora del informe.
Un nuevo paradigma laboral que goza de «consenso» sobre su impacto positivo en el «desarrollo profesional de las mujeres, y en consecuencia, en el equilibrio de género real en la sociedad» añadió Brieto.
A pesar de esos avances, todavía un 22,2 % de las ejecutivas señaló haber tenido más dificultad en el desempeño de sus labores que sus compañeros de trabajo varones y un 35,3 % que sus parejas, mientras que un 44,7 % afirmó haber tenido los mismos desafíos y un 32,4 % dijo no haber sufrido dificultades.
Aun así, un 19,7 % de las encuestadas en un momento determinado hasta se plantearon dejar su trabajo por no poder compaginarlo con las tareas domésticas.
Esa carga también se explica por la desigualdad en el reparto de tareas en casa. La proporción de directivas que comparte las labores del hogar con su pareja alcanza un 64,6 % (frente al 52,3 % en 2020) y la de aquellas que las tiene solo a su cargo se reduce del 47 % al 34,4 %.
Esta inequidad se vuelve más injusta porque el 18 % de las encuestadas admiten que para sus organizaciones la conciliación sigue siendo un «problema que afecta solo a las mujeres».
A pesar de esa brecha, la corresponsabilidad en el hogar aumentó en los momentos más duros de la pandemia cuando el 78,3 % de las mujeres compartieron las tareas domésticas con sus parejas.
POLÍTICAS DE LAS EMPRESAS
Sobre las iniciativas de las empresas en pro de la igualdad de género las cifras muestran un rezago todavía importante de su aplicación aunque con una mejora anual casi del 3 %.
Las empresas con políticas de igualdad de género aumentaron un 2,9 %, del 56,9 % al 59,8 % en un año, según las sondeadas, y de estas medidas aplicadas, el 81,2 % forman parte de la estrategia de la empresa.
Algunas de las políticas de igualdad son la formación para el liderazgo y el desempeño en áreas clave (20,6 %), la flexibilidad horaria (17,3 %) y sistemas de trabajo por desempeño (14,1 %).
Sin embargo, en opinión de las encuestadas, la iniciativa más efectiva para conseguir la igualdad de género sería la implantación de indicadores que midan la igualdad de oportunidades (15,5 %).