Montevideo, 21 nov (EFE).- Con un abanico de planes que incluye la producción de hidrógeno verde y la captura de dióxido de carbono para generar metanol, la petrolera estatal uruguaya Ancap apuesta a posicionar al país de la mano de una transición energética «responsable».
Así lo aseguró este lunes durante su intervención en un desayuno de consulta de la Cámara Española de Comercio, Industria y Navegación de Uruguay el presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic, quien detalló los lineamientos de la transición que lidera la empresa.
«La estrategia de la transición energética de Ancap tiene cuatro pilares. El primero es que lo que hacemos lo tenemos que hacer mejor, porque se va a seguir necesitando», explicó, a lo que resaltó que una clave es introducir «más (energías) renovables en los consumos energéticos de la refinería».
Otro pilar, dijo, está en aprovechar la materia prima con la que ya cuenta la empresa que, acotó, puede capturar el dióxido de carbono de origen biogénico producido en su planta de etanol, ubicada en el departamento (provincia) de Paysandú (noroeste), para desarrollar combustibles sustentables como el metanol.
«También tenemos la posibilidad de ofrecer nuestra capacidad en el mercado local de canola, que es para la producción de aceites vegetales en base a canola, para (generar) combustibles sustentables y además tenemos el proyecto de hidrógeno verde en el mar», indicó.
Sobre este último proyecto, de generación de hidrógeno verde offshore (en alta mar), enmarcado en el programa «H2U» que el Gobierno uruguayo lanzó en 2021 con las líneas de trabajo del país para el desarrollo del hidrógeno verde y sus derivados, subrayó que será el primero en el cual Uruguay estará «a escala mundial».
«La alternativa que estamos ofreciendo nosotros es generar áreas de producción de hidrógeno verde en el mar cada una con volúmenes que son de los más grandes que existen hoy en el mundo. Tenemos la posibilidad de jugar en la cancha de las grandes ligas con una gobernanza ordenada», recalcó.
Según Stipanicic, una de las fortalezas del país en ese sentido es que «desde hace 15 o 18 años toda la política energética tiene un amplísimo consenso político», lo que considera «fundamental para atravesar estas transiciones y capturar el interés de inversores».
De todas formas, el empresario insistió en que hace falta que los fondos internacionales apuesten más allá de las energías renovables, pues, dijo, sustituir las fuentes actuales por esas «no es instantáneo» y convertir en verde todo el hidrógeno gris del mundo supondría hoy una potencia «equivalente al consumo eléctrico de toda Europa».