Santo Domingo, 4 oct (EFE).- La red eléctrica inteligente conlleva múltiples beneficios, entre ellos que el usuario sepa cuál es el empleo que hace de la energía y planifique su gasto, lo que le convierte en un consumidor más satisfecho y también más responsable.
De ello da fe el dominicano Consorcio Energético Punta Cana-Macao (CEMP), que recientemente ha conseguido un galardón en los Premios CIER de Innovación 2023 gracias a su plataforma Quatro Systems, un sistema de red inteligente por el que esa firma comenzó a apostar en 2014.
«La red inteligente creemos que es la forma correcta de manejar la distribución eléctrica» conforme a los retos que se plantean, como la integración de energías renovables o la movilidad eléctrica, dice a EFE el gerente general del CEMP, Óscar San Martín.
En el mundo, indica, «estamos viviendo escenarios de precios de petróleo muy altos donde es sumamente importante tener herramientas que te permitan tener un control del consumo y hacer un consumo más responsable para reducir emisiones y costos», lo que se traduce en un mayor bienestar del cliente y una mayor eficiencia energética. Importante ahorro en la factura del cliente prepago
Las redes inteligentes, además, permiten a los clientes optar entre el prepago y el pospago y, aunque en un principio se pensó que por la primera opción no se decantaría más de un 15 %, la realidad es muy distinta: en la actualidad más del 70 % de los usuarios ha elegido esta modalidad en el área donde el CEMP opera principalmente, las turísticas zonas de Punta Cana, Bávaro o Bayahibe.
Según San Martín, un cliente de prepago, que en las encuestas se declara más satisfecho que el de pospago, ahorra aproximadamente un 20 % en la factura eléctrica, lo que se traduce en una mejora de su calidad de vida, pues lo ahorrado lo destina a otros ámbitos o a adquirir objetos que le facilitan el día a día.
Para el éxito del prepago es esencial que, cuando acabe el saldo, el cliente pueda recargar fácilmente con su tarjeta bancaria a través de una aplicación móvil y esté reconectado en segundos o acudir a cargar a puntos cercanos (en caso del CEMP unos 10.000) como la farmacia, el banco, el cajero automático o la tienda de comestibles del barrio.
Sea cual sea la modalidad elegida, con las redes inteligentes el cliente puede, mediante aplicaciones y oficinas virtuales, tener información sobre el consumo eléctrico de su casa o su negocio o ver cuánto gasta un aparato, lo que le permite sacar conclusiones y planificar su uso.
Además, la empresa energética facilita una proyección de gasto al usuario antes de la facturación para que pueda organizarse y tomar decisiones.
Cuando el CEPM comenzó el proyecto en 2014 (sin referentes en la región y con pocas experiencias a nivel mundial) tenía 16.000 clientes en la base residencial y un 12 % de quejas en las oficinas comerciales y, «a medida que fuimos digitalizando y poniendo a la gente toda esta información, hoy día tenemos casi 60.000 clientes y menos de un 1 por ciento de reclamos». Innovación y medioambiente
Mientras en Latinoamérica algunas compañías están todavía en una primera fase del desarrollo de redes eléctricas inteligentes, Quatro Systems ya ha implantado la medición digital, el balance de pérdidas en tiempo real y online, las aplicaciones que permiten al cliente ver su consumo y la optimización de la red.
Ahora está inmerso en el llamado «data mining» para crear nuevos productos y servicios y plantear incentivos a los clientes a través del análisis de patrones y comportamientos.
Por otra parte, el CEMP presta especial atención a la innovación tecnológica, a la responsabilidad social desde la escuela (los niños de hoy son los clientes del futuro y han de ser conscientes del consumo responsable) y al medioambiente.
«Estamos comprometidos con una iniciativa sumamente importante de descarbonizar totalmente la red en 2030. Queremos que Punta Cana sea el primer destino carbono neutral que exista en la región y uno de los primeros del mundo. Estamos implementando todas las tecnologías de control, paneles solares, molinos de viento, baterías de almacenamiento, posibilidad de hidrógeno verde, almacenar agua para usarla de noche y mover turbinas (…), un proyecto de gran envergadura y de responsabilidad», concluye San Martín.
