San José, 20 oct (EFE).- Un juez de Costa Rica rechazó este martes un pedido de medidas cautelares de la Fiscalía contra Célimo Guido, líder de las protestas que durante dos semanas mantuvieron carreteras bloqueadas y que tuvieron varios episodios de violencia.
El juez Fabián Serrano rechazó el pedido de la Fiscalía al considerar que no existían argumentos suficientes para imponer medidas cautelares a Guido, a Xinia López y a José Rojas, dirigentes del llamado «Movimiento Rescate Nacional», que organizó las protestas.
El Gobierno de Costa Rica denunció el pasado 15 de octubre a los líderes de las protestas por los presuntos delitos de asociación ilícita, instigación pública, obstrucción de vía pública, entorpecimiento de servicios públicos, motín, atentado, incendio o explosión.
La Fiscalía solicitó este martes como medidas cautelares una prohibición de concurrir o participar en reuniones tendientes a continuar con los delitos investigados, la prohibición de visitar cualquier punto de obstrucción de la vía pública, punto de encuentro ciudadano o bloqueo, en todo el territorio nacional
Además, la Fiscalía solicitó al juez que prohibiera a los investigados comunicarse con personas que inciten a los bloqueos o a alzarse públicamente en contra de los funcionarios públicos para obligarlos a adoptar alguna medida, o que ejecuten estas acciones.
También la prohibición de comunicarse con los demás imputados, en su condición de líderes del Movimiento Rescate Nacional, cuando dicha comunicación tenga como objetivo el instigar la ejecución de bloqueos u otras actividades relacionadas a protestas; y la prohibición de expresar apoyo a la obstrucción de las vías púbicas o puntos de encuentro ciudadano, instigar o promover su ejecución.
El exdiputado Célimo Guido dijo a los medios tras conocer el rechazo a las medidas cautelares que su movimiento es «pacífico», que «la lucha apenas comienza» y además aseguró que los que han actuado con violencia son los policías y el Gobierno.
El Movimiento Rescate Nacional era liderado por el exdiputado y excandidato presidencial José Miguel Corrales, quien el pasado 8 de octubre se retiró de las protestas al denunciar que habían sido infiltradas por narcotraficantes que causaron hechos violentos.
Desde entonces quedaron a cargo del grupo el exdiputado Célimo Guido y otros dirigentes, quienes continuaron con las protestas, aunque ya debilitadas por la salida de Corrales.
Las protestas comenzaron el 30 de septiembre como rechazo a la intención del Gobierno de negociar un acuerdo financiero con el Fondo Monetario internacional (FMI) por 1.750 millones de dólares, que incluía una subida de impuestos y la venta de activos estatales.
Durante las dos semanas de protestas ocurrieron hechos de violencia como enfrentamientos entre la Policía y manifestantes a la hora de que las autoridades intentaban levantar bloqueos.
En estas protestas resultaron heridos más de 120 policías y un número no cuantificado de manifestantes, y hubo más de 100 detenidos.
En los hechos violentos fueron quemados con bombas molotov al menos tres vehículos policiales y otros resultaron con daños debido al lanzamiento de piedras y palos.
El 4 de octubre, ante la falta de apoyo político, el presidente Carlos Alvarado retiró de la discusión interna la propuesta que tenía pensado plantear al FMI, pero de todos modos las protestas continuaron por varios días más.
El Movimiento Rescate Nacional exige al Gobierno de Alvarado una mesa bilateral de diálogo, no vender activos, no subir impuestos y no acudir al FMI en lo que resta de su Administración.
El Gobierno intenta conformar una mesa de diálogo multisectorial para buscar soluciones a los problemas fiscales del país, pero se niega a conversar con los dirigentes de las protestas, pues considera que sus métodos no son democráticos.