La Paz, 11 dic (EFE).- Una pareja de novios junto a sus familias e invitados, además de un pequeño cortejo infantil, evocan el romance y la elegancia de antaño en una muestra de centenarias muñecas que se exponen en la ciudad boliviana de La Paz.
«Cien años de muñecas» es el nombre de la exposición que inauguró el Museo de Muñecas «Elsa Paredes de Salazar» con piezas de 1860 a 1960, algunas parte de la colección de ese espacio cultural y otras prestadas por sus dueños para la muestra.
El museo, que posee unas 1.600 muñecas de distintas datas, materiales e industrias, tiene como tradición hacer una muestra anual con diferentes temáticas.
En esta ocasión se centraron en el periodo señalado porque la pieza más antigua de su colección es de 1860 y en 1960 fue el auge de la popular «Barbie», explicó a Efe la directora del museo, Roxana Salazar.
El recorrido incluye diversos segmentos dedicados a marcas famosas, como la alemana Armand Marseille, los Kewpie o cupidos inspirados en las ilustraciones de la estadounidense Rose O’Neill y las impactantes autómatas alemanas y francesas con sonido y movimiento, «predecesoras de la robótica actual», destacó Salazar.
También ofrece un recorrido que muestra la evolución de los materiales empleados en la industria de muñecas, desde la cera, porcelana y papel maché hasta la pasta de composición, el celuloide, la goma y el plástico, además de otro espacio dedicado a las muñecas Boudoir de tela.
ROMANCE EN NUEVA YORK
Uno de los segmentos destacados es la instalación «Boda de Muñecas», que incluye 13 piezas de porcelana de la década de 1920 colocadas en una tarima cubierta con una tela roja y decorada con flores, con la emblemática Catedral de San Patricio en Nueva York como fondo.
Los protagonistas son una pareja de muñecos elegantemente vestidos, la novia con un traje blanco, un largo velo y un ramo de flores y el novio con un esmoquin negro, camisa, corbata y chaleco blancos.
Los novios están flanqueados por sus madres que lucen vestidos largos, la del novio con un pañuelo en la mano derecha para enjugar la lágrima que le cae por la mejilla.
También hay una pareja de niños, un porta anillos y una florista vestidos de gala para la ocasión, al igual que los demás invitados a la boda.
LAS MUÑECAS NEGRAS
Otro espacio que resalta es «La mágica inclusión del color», dedicada a la evolución de las muñecas negras, desde las primeras hechas en porcelana pintada pero con rasgos y vestimenta europeos, hasta otras más aproximadas a la cultura afro.
Este segmento recuerda, a la vez, la «parte dolorosa de la historia» de las colonias europeas en África y parte de Asia y la llegada de esclavos al continente americano, comentó Salazar.
«Los niños jugaban con sus muñecas de trapo, pero no se permitía a las niñas blancas jugar con muñecas negras, era discriminatorio, era una época que no es la de ahora, que eso ya no se puede admitir, pero en esa época lamentablemente fue así», explicó.
Entre las piezas expuestas están las muñecas reversibles, con una niña blanca por un lado y una negra por el otro, pensadas de esa forma para eludir la prohibición de jugar con muñecas negras que se aplicaba también a los hijos de los esclavos, indicó Salazar.
También hay muñecas de las culturas afroboliviana y afrobrasileña, además de otras hechas en países africanos como Ghana y Zimbabue.
PIEZAS DESTACADAS
Otras piezas que destacan son un bebé inglés de cera de 1860, una del mismo material que perteneció al escritor boliviano Jaime Sáenz y que data de 1890 o las 11 muñecas de industria Armand Marseille que llegaron a las ciudades de Potosí y Sucre por el auge minero a fines del siglo XIX y principios del XX.
No podía faltar la mítica Mariquita Pérez, con su tradicional vestido a rayas rojas y blancas, que fue todo un fenómeno social en España desde la década de 1940 hasta principios de la de 1960.
La exposición debía inaugurarse en marzo pasado, pero se suspendió por las restricciones ante la pandemia de la covid-19.
En mayo se pudo ver en un video compartido en Facebook preparado con motivo de la Larga Noche de Museos que organiza la Alcaldía paceña y que este año fue virtual.
Aunque el video tuvo «mucha acogida», no era lo mismo porque una exposición «se disfruta más viendo en vivo y directo», confesó Salazar.
«Por eso hemos decidido abrir ahora que se ha dado un poco de libertad hasta enero», explicó la directora, y precisó que la muestra permanecerá hasta la próxima semana, los martes, jueves y sábados por la tarde.