Buenos Aires, 29 sep (EFE).- La nueva misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) para tratar la renegociación de la deuda contraída por Argentina recalará en Buenos Aires el 6 de octubre próximo para conocer los planes económicos y las «prioridades de política» del Gobierno y sentar así las bases para negociar un nuevo acuerdo, confirmaron a Efe fuentes del organismo.
Como parte de esa misión, denominada por el FMI como «staff visit» por su «naturaleza y carácter informal» y que se realizará tanto de forma presencial como virtual, el equipo se reunirá con miembros del gabinete económico del Ejecutivo de Alberto Fernández, y también con representantes del Congreso, el sector privado, sindicatos y la sociedad civil.
En las reuniones presenciales en Buenos Aires participarán desde el próximo martes la directora adjunta del departamento del hemisferio occidental del FMI, Julie Kozack, el jefe de misión para Argentina, Luis Cubeddu, y el representante residente del organismo en el país, Trevor Alleyne.
SENTAR LAS BASES PARA LAS NEGOCIACIONES
El objetivo principal será «conocer en mayor detalle los planes económicos y las prioridades de política de las autoridades argentinas que podrían sustentar un programa respaldado por el FMI», señalaron las fuentes.
«El equipo estará en modo de escucha buscando obtener un mayor entendimiento de la agenda económica de las autoridades», añadieron.
Se trata del «inicio del proceso» y la información recopilada por la misión «ayudará al equipo a comprender mejor la situación socioeconómica en el terreno y sentar las bases para las negociaciones».
A finales de agosto, Argentina, que lleva dos años y medio en recesión, con alta inflación y devaluación de su moneda, solicitó formalmente en una carta dirigida al FMI el inicio de negociaciones para un nuevo programa de asistencia financiera que suponga la reprogramación de los vencimientos de la deuda por valor de 44.000 millones dólares que tiene con el organismo.
Esa deuda es fruto del acuerdo de auxilio financiero firmado en 2018 por el Gobierno de Mauricio Macri (2015-2019) y que establecía duras metas fiscales para liberar unos préstamos de 56.300 millones de dólares, de los que finalmente se desembolsaron 44.000.
REPETO POR «LOS COMPROMISOS CONTRAÍDOS»
Ya la semana pasada, el portavoz del FMI, Gerry Rice, adelantó desde Washington que se estaba planificando una misión a Argentina para tratar sobre la reestructuración de esa deuda.
En rueda de prensa, Rice calificó la misión como un «hito» en las enrevesadas relaciones del país latinoamericano con el organismo financiero, que se ha convertido en los últimos años en el mayor acreedor externo del país al ostentar un 13,5 % de la deuda total de Argentina.
El anuncio se producía pocas semanas después de que el país lograra cerrar, tras largas negociaciones, un acuerdo con sus acreedores para reestructurar unos 107.000 millones de dólares de bonos soberanos, quedando aún pendientes las negociaciones con el FMI.
En su primer discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, Fernández adelantó el 22 de septiembre que estas se encararán de la misma manera que con los acreedores privados.
«De forma responsable, siendo respetuosos de los compromisos contraídos, evitando al mismo tiempo poner en riesgo las condiciones que permitan la reactivación económica y la construcción de un sendero de desarrollo inclusivo y sostenible», sentenció.
Pero la nueva visita del FMI llega también pocos días después de que las autoridades argentinas impusiesen fuertes restricciones cambiarias para frenar la caída de las reservas monetarias y desalentar la demanda de divisas, en medio de la incertidumbre por la economía nacional y los efectos que deja la pandemia del coronavirus.