Quito, 31 ene (EFE).- Alrededor de 8,8 millones de dólares se han invertido en ayuda humanitaria y obras de rehabilitación, mitigación y limpieza de quebradas en los barrios de Quito afectados por el aluvión, que hace un año causó la muerte de 29 personas y cuantiosas pérdidas materiales.
Así lo señaló a EFE el secretario de Inclusión Social del Municipio de Quito, Fernando Sánchez, en respuesta a los testimonios de algunos vecinos de la zona que aseguran que no se han hecho las obras suficientes para evitar que pase un desastre similar y que la ayuda entregada no llegó a los más necesitados.
Sánchez señaló que incluso están comprometidos otros tres millones de dólares para este año con el mismo propósito, tanto por parte del Municipio como de la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (EPMAPS) de Quito, que se encarga de limpiar las quebradas susceptibles de aluviones.
El secretario municipal de Inclusión Social aseguró que se logró recuperar y rehabilitar en menos de un mes la zona afectada con la colaboración vecinal, y que durante los tres primeros meses de la emergencia se entregaron paquetes (kits) de alimentación a los damnificados, primero cada tres días y luego cada diez.
Después se encargó de dar esa asistencia la Cruz Roja con financiación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Sánchez también destacó un servicio de asistencia psicológica y recordó que habilitaron para los damnificados siete albergues, que finalmente las personas afectadas no necesitaron utilizar.
AYUDA «A QUIEN REALMENTE NECESITABA»
Sobre las quejas de algunos vecinos que consideran que hubo un mal reparto de la ayuda, Sánchez consideró que es una percepción equivocada ya que se entregaron los kits «a las personas que realmente lo necesitaban». afirmó.
El funcionario opinó que esta circunstancia puede deberse a que hubo donaciones privadas que se entregaron directamente, sin mediar con el Gobierno, el Municipio de Quito o las asociaciones vecinales que tenían un registro de los afectados.
El secretario de Inclusión Social invitó a los vecinos de las comunas afectadas como La Gasca, La Comuna o San Millán a indicar en qué creen que no les ha ayudado y en qué pueden hacerlo, y aprovechó a recordar que también colaboran en encontrar empleos y oportunidades de negocio a las viudas de esta tragedia.
Sánchez mencionó una iniciativa con una ONG para que estas mujeres puedan establecer emprendimientos en la estatal Universidad Central de Ecuador, con quioscos e, incluso, la posibilidad de un patio de comidas.
«FILTROS» Y LIMPIEZA DE QUEBRADAS
Respecto a las obras de mitigación, indicó que la quebrada donde sucedió el aluvión se encuentra actualmente limpia y con una serie de «filtros» que se limpian periódicamente para tratar de contener objetos que puedan caer cuando corre agua por ella.
Sin embargo, reconoció que un aluvión similar puede suceder nuevamente porque «es algo que no se puede controlar si llueve dos o tres días seguidos».
«Para eso se han instalado 140 alarmas comunitarias y, de otro lado, estamos promoviendo que se cree un comité de gestión de riesgos comunitarios para que monitoree y establezca desde la propia población que eso esté permanentemente bien», indicó Sánchez.
Este martes se cumple un año de la tragedia y, en honor a las 29 víctimas se realizó domingo pasado una ceremonia religiosa en el mismo lugar donde estaba la cancha de voleibol en la que murieron la mayor de parte de ellas.