Montevideo, 14 jun (EFE).- Más de 30 mil puestos de trabajo y una facturación de 1700 millones de dólares anuales integran el horizonte que el Gobierno uruguayo plantea para 2040 en el mercado del hidrógeno verde, una fuente de energía alternativa para la que el país sudamericano tiene «un potencial importante».
Así lo afirmó este martes el ministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini, quien presentó la hoja de ruta del hidrógeno verde en Uruguay junto a su colega de Ambiente, Adrián Peña, y el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, en la Torre Ejecutiva (sede de Gobierno).
Paganini aseguró que se trata de un nuevo sector exportador que supondría para el país ingresos similares a los de la forestación.
El ministro explicó que el del hidrógeno verde y sus derivados «puede llegar a ser un sector importante de desarrollo económico y exportador que genere divisas» que permita a Uruguay «independizarse más del petróleo».
«El mundo está tratando de salir de la dependencia geopolítica (…) que tiene en energías de hidrocarburos y, en ese sentido, países y regiones desarrolladas están apostando fuerte» a los derivados del hidrógeno, indicó Paganini.
En este sentido, indicó que los países escandinavos y Alemania ya se han interesado en el proyecto uruguayo, así como Holanda, puesto que las exportaciones de hidrógeno verde ingresarían a Europa por el puerto de Rotterdam.
«Es una apuesta estratégica a largo plazo», que permitirá también «descarbonizar» algunos sectores internos que todavía dependen de los fósiles, como el transporte de carga y de pasajeros de larga distancia y también algunas industrias, explicó el ministro.
En concreto, indicó que su cartera analiza 10 propuestas que se presentaron a la convocatoria lanzada en de marzo para financiar, con hasta 10 millones de dólares, proyectos de investigación, innovación y formación en hidrógeno verde, para avanzar en esta segunda transición energética.
Las condiciones geográficas contribuyeron a que, desde 2007, en Uruguay crecieran las energías solar, hidráulica y eólica hasta el punto de modificar su matriz energética y ser uno de los países más destacados del mundo en esa transición hacia las renovables.
Paganini también informó de que ya existe un proyecto de perfil exportador que prevé instalarse en Tacuarembó (norte) para la generación de combustibles derivados del hidrógeno.
Como este, su cartera prevé inversiones de «cientos de millones de dólares en los primeros cuatro o cinco años».
No obstante, Paganini aseguró que estos proyectos tienen un «riesgo comercial importante» y, por tanto, las empresas asumirán los riesgos y el Estado facilitará las condiciones de legislación e infraestructura que garanticen la logística para captar inversiones.
El documento presentado establece el plan de trabajo del gobierno para impulsar este sector hasta 2040 y está abierto a consultas y aportes de las empresas, la academia y la sociedad civil hasta el 15 de agosto.
De esta forma, Uruguay, reconocido en 2020 por el Foro Económico Mundial como la nación americana más avanzada en el sector de energía eléctrica, continúa buscando la carbono-neutralidad a 2050.