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22 de noviembre de 2024

Víctimas celebran un acuerdo con Volkswagen Brasil por violaciones en la dictadura

Sao Paulo, 24 sep (EFE).- Las víctimas de la dictadura brasileña que trabajaban en la automotriz alemana Volkswagen celebraron este jueves el acuerdo para reparar las violaciones a los derechos humanos sucedidas con la colaboración de la multinacional durante el régimen militar que gobernó al país suramericano entre 1964 y 1985.

En un acuerdo histórico alcanzado con la Fiscalía de Sao Paulo y divulgado este miércoles, la filial brasileña de Volkswagen admitió que colaboró con la dictadura brindando, por ejemplo, datos de sus empleados supuestamente disidentes, a los que, en algunos casos, se detenía sin orden judicial y torturaba.

Como resarcimiento, la filial alemana donará a partir del próximo año 36 millones de reales (unos 6,5 millones de dólares) para iniciativas de derechos humanos.

Este proceso fue fruto una investigación realizada entre 2015 y 2017 que determinaba la existencia de nexos entre la empresa y el régimen.

«Estamos celebrando este acuerdo porque él cambia una página importante de la historia y se da en un momento político de tinieblas por el que pasa Brasil», señaló a Efe Tarcisio Tadeu García Pereira, presidente de la Asociación Heinrich Plagge, que representa a las víctimas y perseguidos en la dictadura.

García Pereira hizo una alusión velada al presidente del país, el capitán en la reserva Jair Bolsonaro, un nostálgico de la dictadura militar brasileña.

Para el presidente de la asociación, el acuerdo es un «avance sin precedentes», porque, por primera vez, una compañía del porte de la gigante automotriz «acepta, reconoce y pide disculpas por su participación y persecución contra los trabajadores».

Según el historiador alemán Christopher Kopper, la empresa apoyó al Gobierno militar y por lo menos seis trabajadores fueron presos y uno fue torturado dentro de las instalaciones de la fábrica en Sao Bernardo do Campo, en el cordón industrial conocido como ABC y localizado en la región metropolitana de Sao Paulo.

Con el acuerdo, se cierran tres procesos civiles tramitados en la Justicia por las víctimas y sus familiares y, consecuentemente, el Término de Ajuste de Conducta (TAC) suscrito determina que Volkswagen donará a partir del próximo año 36 millones de reales (unos 6,5 millones de dólares) para iniciativas de derechos humanos.

Parte de ese monto, 16,8 millones de reales (unos tres millones de dólares), serán entregados a la Asociación Heinrich Plagge para reparar daños a unas 52 víctimas que sufrieron las persecuciones o a sus herederos, puesto que algunos como el propio Plagge o Lucio Bellentani murieron recientemente antes del acuerdo.

OTRAS GRANDES EMPRESAS EN EL RADAR

«Fue la lucha y el protagonismo de ellos, de las víctimas, por eso es muy positivo y pretendemos hacer un nueva historia en Brasil», resaltó García Pereira, quien indicó que asociaciones de víctimas de la dictadura en otras empresas que «apoyaron el golpe (de 1964)» están buscándolos para asesorarlos en su lucha similar.

Así, subrayó el activista, «el caso de ‘Volks’ se convierte en una referencia y un paradigma» y por eso ya entraron en contacto con la asociación de representantes de víctimas en compañías como las automotrices Ford, Fiat, Scania y General Motors, la aeronáutica Embraer y la de electrodomésticos Brastemp.

El restante del dinero por reparaciones será dividido entre fondos regionales que atienden víctimas de la dictadura, entidades académicas de derechos humanos lideradas por la estatal Universidad de Sao Paulo (USP) y para la construcción de un museo memorial.

«Lamentamos las violaciones que ocurrieron en el pasado. Estamos conscientes de que es responsabilidad conjunta de todos los actores económicos y de la sociedad respetar los derechos humanos y promover su observancia», señaló Hiltrud Werner, miembro del Consejo de Administración del Grupo Volkswagen, citado en un comunicado.

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