Buenos Aires, 12 dic (EFE).- La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social de España, Yolanda Díaz, destacó este lunes la «agenda común» que comparten su país y Argentina en materia de derechos laborales, entendidos como una vía de «ensanchamiento de la democracia».
«Creo que, a partir de hoy, vamos a abrir una nueva agenda de compromiso entre España y Argentina (…). Cada vez tenemos más países que están entendiendo que el trabajo es fundamental y que lo social es fundamental», aseveró Díaz ante los medios de comunicación tras su reunión con la titular argentina de Trabajo, Raquel ‘Kelly’ Olmos.
La política española llegó este domingo a Argentina procedente de Uruguay, donde mantuvo reuniones de distinto nivel, incluida una visita a la chacra (finca rural) del expresidente José Mujica (2010-2015), y cerró su primera jornada oficial en Buenos Aires encontrándose con el mandatario argentino, Alberto Fernández.
«VISIÓN ÚNICA»
Tras su encuentro con Olmos en la sede del Ministerio de Trabajo, Díaz resaltó la «visión única» que mantienen España y Argentina en relación a los desafíos laborales del presente y futuro, especialmente en cuestiones como plataformas digitales, transición ecológica e inclusión de colectivos históricamente desfavorecidos.
«Sí a la economía digital, pero con derechos laborales; y sí a la transformación del modelo productivo en términos ecológicos, pero con los trabajadores y las trabajadoras dentro. Creo que este es un lugar común que nos une», aseveró la ministra española, que calificó la reunión con su homóloga argentina como «absolutamente cordial» y «fructífera».
Por su parte, la funcionaria del país suramericano subrayó el «nivel de coincidencia» y de «afirmación mutua» con el Gobierno español en el «fortalecimiento de los derechos laborales», un compromiso reflejado en la iniciativa M-Power junto con países como Estados Unidos, Alemania y Sudáfrica.
«El mundo está en un fuerte debate y coincidimos en que no puede ser el trabajo la variable de ajuste de los intereses económicos. Hay que volver a afirmar firme y fuertemente que los derechos laborales son los que afirman las democracias y la existencia de paz social en los pueblos y entre los pueblos», subrayó Olmos.
REUNIÓN CON SINDICATOS
La agenda de Díaz para este lunes también incluía un encuentro con representantes de organizaciones sindicales y empresariales de Argentina, que tenía por objeto, entre otros asuntos, la reforma laboral española, cuya aprobación está a punto de cumplir un año.
Abogada laboralista de profesión, Díaz se definió como una «gran defensora» del diálogo social y de todos los sindicatos, «sean cuales fueren», al considerarlos como garantes de la «paz social».
«No es casual que los partidos del odio, se llamen como se llamen donde fueren, estén combatiendo el sindicalismo. Es evidente que el sindicalismo en el mundo ensancha las democracias y ensancha derechos», puntualizó la ministra, quien también cargó contra las «recetas neoliberales», que «no solamente no funcionan, sino que han fracasado».
«Miren ustedes lo que está pasando en el Reino Unido: el gran programa neoliberal y el desplome del mismo. Sin embargo, las políticas centradas en derechos sociales son las que están demostrando que salvamos empresas, salvamos a los trabajadores y las trabajadoras y en términos económicos son más eficientes», agregó Díaz.
RECONOCIMIENTO DEL CONGRESO
Después de su reunión con sindicatos y empresarios, Díaz obtendrá un reconocimiento por parte del Congreso argentino y visitará a representantes de la colectividad gallega en Argentina, última actividad que mantendrá en este país antes de poner rumbo a España este martes por la mañana.
En la agenda de Díaz también estaba prevista su participación en el encuentro «Voluntad popular y democracia. Del partido militar al partido judicial, las amenazas a la democracia», organizado por el Grupo de Puebla en apoyo a la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández, tras su condena en un caso de corrupción.
El foro debió aplazarse al 19 de diciembre después de que la también exmandataria (2007-2015), condenada el pasado 6 de diciembre a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, diera positivo por covid-19 y empezara un periodo de aislamiento en El Calafate (sur de Argentina).
Javier Castro Bugarín