Asunción, 14 mar (EFE).- Los camioneros de Paraguay se declararon dispuestos este lunes a endurecer los bloqueos de vías y «cerrar» el país para presionar una reducción de los precios internos de los combustibles.
Los conductores rechazaron una propuesta del Gobierno de crear un fondo de estabilización del precio de los carburantes, en especial del diésel, y rebajar su costo para los sectores productivos.
«Solución ya», reclamó uno de los representantes de los camioneros que leyó a los periodistas un comunicado de su gremio.
El representante anunció un plazo de 24 horas para que se ofrezca un solución «con beneficio al pueblo» y no solo para los conductores.
De no ser así, advirtió, están dispuestos «a cerrar el país» e incluso llegar con sus unidades hasta Asunción.
El costo de los carburantes, que acumulan seis alzas en un año, fue motivo hoy de manifestaciones en al menos 50 puntos del país, con bloqueos intermitentes de vías y caravanas de vehículos.
El Gobierno anunció que llevará al Congreso una iniciativa de ley para crear un fondo de estabilización del precio de los combustibles, con un capital inicial de 100 millones de dólares procedentes de un crédito previamente aprobado por CAF-Banco de Desarrollo de América Latina.
Además, ha planteado en reuniones con los líderes de las protestas reducciones específicas en el valor del diésel que adquieran a la estatal Petróleos Paraguayos (Petropar). Ese combustible es usado en su mayoría en unidades de carga y del transporte público en el país.
Federico Ferreira, presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores en Moto, dijo a Efe que no están de acuerdo «de ninguna manera» con una reducción de 400 guaraníes (unos 0,057 centavos de dólar) al combustible que se despache a los gremios en protesta.
«No aceptamos, nosotros vinimos a luchar por un combustible bajo para toda la ciudadanía», afirmó el dirigente, y anticipó que hoy mismo definirán sus próximas acciones.
El fondo que impulsará el Ejecutivo se alimentará del impuesto selectivo al consumo, que grava a aquellos productos no considerados de primera necesidad, como bebidas alcohólicas, joyas y armas.
Ese mecanismo se enfocará en el diésel tipo III, que representa un 55 % del consumo nacional y alimenta en su mayoría al sector productivo.