Asunción, 13 nov (EFE).- Paraguay, donde la covid-19 ha causado 1.543 muertos de 69.653 infectados desde marzo, cuando se detectó el primer caso, se apresta a abrir más las actividades ante el «descenso significativo» de los contagios en las últimas dos semanas, dijo este viernes el ministro de Salud, Julio Mazzoleni.
En este tiempo ha habido «un descenso significativo que orilla el 22 %», señaló Mazzolenni en la rueda de prensa virtual semanal, en la que insistió a la ciudadanía de que «es absolutamente esencial seguir manteniendo todas las medidas de protección» sanitaria.
Se refirió al uso de mascarillas, el distanciamiento físico y el lavado de manos, prácticas que, según el ministro, han contribuido a bajar los niveles de transmisión en medio de unas previsiones de alerta al inicio de la pandemia.
«En agosto teníamos una proyección (…) donde hablaban de más de 4.000 fallecidos, terapias colapsadas… Eso es un escenario que no podemos descartar en el futuro, pero una vez más la ciudadanía ha cambiado la historia», destacó.
El ministro añadió que el sostenido descenso de casos es el resultado de «una mezcla de distintas realidades» a nivel país, en la que destacan la caída de contagios varias regiones, entre ellas Alto Paraná (este), departamento fronterizo con Brasil, que fue foco de la pandemia.
En Itapúa (sur), limítrofe con Argentina y uno de los principales destinos turísticos en la temporada veraniega que se avecina, también se ha registrado «un descenso», indicó Mazzoleni, al explicar que en esta región se precisa un par de semanas más para confirmar «que es una tendencia constante».
En cuanto a la reapertura gradual de los vuelos comerciales con los países vecinos, Mazzoleni anunció que a partir de este lunes «se va a requerir un test de PCR que tiene que ser de las últimas 72 previas a la entrada al país» para que el viajero no realice la cuarentena de rigor tras su llegada.
Y para los ciudadanos de países que no sean del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) o estados asociados se les exigirá seguro médico internacional.
También a partir de la próxima semana serán rehabilitados los velorios, siempre que no se trate de casos de la covid-19, con una asistencia de hasta 12 personas, eventos sociales de hasta 100 personas e infantiles de hasta 50 invitados.
Las autoridades sanitarias ponen atención especial en la peregrinación que, por estas fechas, se realizan hasta la Basílica de la Virgen de Caacupé, cerca de Asunción, que cada 8 de diciembre congrega a miles de devotos en la mayor celebración mariana del país.
Este año, la jerarquía católica decidió celebrar a puerta cerrada la misa central del 8 de diciembre debido a la pandemia, mientras que el Gobierno establecerá una serie de restricciones horarias y de circulación en torno a la ermita.
Mazzoleni explicó que las medidas serán contenidas en el decreto presidencial que será difundido este fin de semana, aunque dijo que se basarán en restricciones horarias, prohibiciones a la presencia de menores de 12 años y mayores de 60 entre los peregrinos y a las áreas del cerco policial.