Asunción, 25 abr (EFE).- El canciller de Paraguay, Julio César Arriola, aseguró que la represa de Itaipú es un «logro del trabajo compartido» con Brasil, y confió en que ambos países lograrán una negociación «justa y transparente» sobre la revisión de unos de los anexos del tratado suscrito hace 50 años para la construcción de esta obra.
«Celebramos nada menos que el cincuentenario de un acuerdo que permitió la construcción de una obra monumental de impacto indiscutible en el desarrollo socioeconómico de dos naciones vecinas, socias y hermanas», indicó Arriola, en una declaración remitida a EFE, con motivo del 50 aniversario de la firma, el 26 de abril de 1973, del tratado fundacional de Itaipú.
El ministro de Relaciones Exteriores aseguró que esta obra «se ha convertido en ícono de referencia mundial en la gestión compartida de un megaemprendimiento de su tipo», pero también «marca un hito en el rol de la diplomacia para sortear en todos estos años cada uno de los desafíos que se presentaron».
«Itaipú Binacional, fundamentalmente, es un logro del trabajo compartido que pertenece a ambos pueblos, que son y seguirán siendo los beneficiarios finales de los esfuerzos de nuestros Gobiernos», añadió.
El jefe de la diplomacia paraguaya indicó que este aniversario llega en momentos en que, habiéndose pagado íntegramente la deuda para la construcción de la obra, ambos países de preparan «para la próxima cita prevista por el Tratado referente a la revisión de su Anexo C».
«La expectativa que esto genera representa un compromiso del más alto nivel para lograr un diálogo que resulte en una negociación justa y transparente, como socios pares que se respetan y que logran resultados de beneficio compartido en favor del desarrollo humano de nuestras sociedades», agregó.
En ese contexto, dijo que Paraguay ve «de manera muy positiva» el espíritu del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de su canciller, Mauro Vieira, expresado en sus últimos encuentros con el gobernante paraguayo, Mario Abdo Benítez, particularmente «en referencia al reconocimiento de la valoración de socios paritarios, respetuosos de sus asimetrías».
«Nos entusiasman las enormes oportunidades que tenemos por delante en nuestra vasta agenda bilateral», agregó Arriola.
«La experiencia nos dicta -complementó- que las buenas negociaciones internacionales resultan de la clara visión y defensa de nuestra posición, al tiempo de encontrar puntos de coincidencia con nuestro socio».
Las dos naciones suramericanas entrarán este año en negociaciones para establecer las nuevas bases financieras de la comercialización de energía producida en la planta, un hecho en el que Paraguay se ha sentido siempre en desventaja.
Este año termina la obligatoriedad de Paraguay de vender el excedente energético producido en la planta a Brasil a precios preferenciales.