El año 2022 comenzó con el retorno de la incertidumbre para la economía local, con factores inesperados como la sequía, que afecta seriamente a la producción agrícola, y una tercera ola de contagios de COVID-19. Sin embargo, por el momento, la proyección oficial de crecimiento económico para el año se mantiene en un 3,7%, aunque agentes económicos hablan de una posible revisión a la baja.
El analista económico Amilcar Ferreira opinó en este sentido y explicó que los problemas climáticos que aquejan al sector agrícola van a implicar una menor entrada de divisas al país, este año. No obstante, afirmó que el Banco Central posee la cantidad de reservas necesarias para contener el tipo de cambio por medio de intervenciones en el mercado cambiario.
También dijo que, si bien la sequía significa un duro golpe para ese sector, hay otros sectores económicos que mitigarán la caída de la economía a nivel general. Recordó que el segmento de maquila está con un récord de envíos, también el sector de la carne tiene buenas perspectivas, mientras que para los servicios y el comercio se espera un buen año y con una recuperación a pleno.
Puntualizó que la cuestión del campo, más allá de las ayudas financieras que puedan llegar desde los bancos y la regulación estatal, escapa de las manos de lo que se pueda hacer institucionalmente o como sociedad. Sin embargo, refirió que la cuestión de los contagios puede llegar a ser controlada mediante las medidas correctas, aunque de todos modos la incertidumbre está instalada actualmente.
“El tema del Covid está bajo nuestro control, con las vacunas y medidas sanitarias. En esa amenaza podemos contribuir a disminuir el efecto económico si es que, como sociedad, somos disciplinados. El factor climático no lo controlamos y creo que va a significar un duro golpe, aunque yo creo que con la propuesta presentada ayer por el Ejecutivo ya se ha construido un colchón para amortiguar el golpe”, sostuvo.
Aseveró que el 2022 será el caso contrario al del 2021, ya que el año pasado el campo sostuvo a la economía, mientras que este año los resultados positivos se darán desde el lado del comercio, los servicios, la industria y la construcción. De este modo, también el sector del empleo se vería beneficiado, ya que entre los sectores secundario y terciario se ocupa al 80% de la mano de obra local.
En este contexto, el analista afirmó que será necesaria una revisión de la estimación oficial del Banco Central, y consideró que el crecimiento potencial que tiene la economía paraguaya este año es de hasta el 1% solamente. Así, ubicó su pronóstico 2,7 puntos porcentuales por debajo de la proyección realizada por la banca matriz y cerca del 0,7% que ya maneja la consultora MF Economía.
Apoyo económico
Iván Haas, viceministro de Economía, puntualizó que efectivamente la incertidumbre marca la primera parte del año y, en consecuencia, las medidas de financiamiento para el sector agrícola se realizaron ya en enero, a diferencia de otros años en los que se esperó hasta marzo o abril.
“Hasta noviembre, agentes del sector agro nos comentaban que venían con niveles de lluvia óptimos, pero el mes de diciembre les golpeó mucho y era el mes en que más necesitaban de lluvias. Ellos nos decían que para que una hectárea pueda cubrir los costos es de 2.000 kilos, lo normal suele ser 3.000, pero este año con la sequía todavía es difícil decir el número de rendimiento promedio”, expresó.
Por medio de las medidas anunciadas por el Ejecutivo, los agentes del sector agrícola podrán refinanciar sus deudas sin afectar su calificación crediticia, que es lo que a ellos más les afecta. Además, se analiza la posibilidad de la suspensión de los adelantos del pago de la renta empresarial y también una ayuda a los pequeños productores por parte del Ministerio de Agricultura.
“El campo siempre genera incertidumbre con respecto al clima, si hay un año de buenas lluvias siempre es positivo. Inicialmente, la estimación era de una producción de más de 10 millones de toneladas para esta zafra, pero el número va a ser menor y lo que nos comentaba la gente de los gremios es que hay mucha heterogeneidad porque hay zonas donde no llovió nada, y otras zonas en las que sí”, apuntó.
Sobre el tema de la pandemia, dijo que la tercera ola es efectivamente una amenaza, pero todavía no se analizan nuevas medidas restrictivas para no afectar a la economía, más allá de los protocolos establecidos por el Ministerio de Salud. Esto de por sí implica una merma de los planteles de trabajo y todavía hay dudas para medir cuál será el impacto de esta situación.
Añadió que se mantiene el optimismo desde la reactivación de sectores como servicios o construcciones, que vienen con repuntes y emplean más mano de obra. Esto mitigará la incertidumbre de cierto modo y, según afirmó Haas, desde el Equipo Económico Nacional todavía no se avizoran revisiones a la baja para la proyección oficial de crecimiento del producto interno bruto (PIB).