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2 de mayo de 2024

Sequía amenaza con gravedad y PIB podría crecer apenas 0,7% en 2022, según consultora

Productores se encuentran preocupados por la sequía que impide avanzar con la cosecha agrícola y desde MF Economía estiman que el golpe sobre el crecimiento económico del próximo año podría ser agudo, en este contexto.

Productores agrícolas vienen advirtiendo importantes pérdidas a causa de la sequía que se prolonga y el panorama de lluvias es poco alentador. En caso de que la falta de precipitaciones continúe, la merma productiva podría ser de hasta incluso el 50%, según se apuntó desde la Coordinadora Agrícola del Paraguay (CAP). 

En este contexto, el economista Manuel Ferreira, presidente de la consultora MF economía, afirmó que en caso de confirmarse las pérdidas del sector en esta proporción, la caída del PIB agrícola se ubicaría en el orden del 27% en el 2022. En consecuencia, consideró que el crecimiento del producto interno bruto (PIB) global sería de solo 0,7% el próximo año. 

“Hay que tener en cuenta el impacto global de esta sequía. Sector financiero: habrá que refinanciar deudas, sobre todo a los acopiadores que no van a poder cobrar la cuenta del productor. Sector comercial: venta de fertilizantes, agroquímicos, maquinaria y combustible van a ver caídas importantes en sus ventas y cobranzas”, explicó el exministro de Hacienda, por medio de redes sociales. 

Con respecto al transporte de carga, añadió que una pérdida de 5 millones de toneladas implicaría unos 192.000 fletes menos, en una estimación de 30 toneladas por cada flete. Esto repercutirá, a su vez, en menos actividad en los puertos graneleros y trenes de barcazas, por todo el efecto de expansión que tiene la producción en la cadena productiva. 

“Hay que tener en cuenta el impacto global de esta sequía. Sector financiero: habrá que refinanciar deudas, sobre todo a los acopiadores que no van a poder cobrar la cuenta del productor. Sector comercial: venta de fertilizantes, agroquímicos, maquinaria y combustible van a ver caídas importantes en sus ventas y cobranzas”.

Manuel Ferreira, presidente de MF Economía.

El sector industrial también sentiría un impacto en esta coyuntura, ya que la soja existente no sería suficiente en cantidad ni en calidad para la producción local de los derivados de estos granos. Por su parte, los servicios vinculados con el campo, como la asistencia técnica, talleres, estaciones de servicio y seguros, podrán ver reducida su facturación. 

Finalmente, con respecto al sector del empleo, Ferreira consideró que el segmento comercial, de servicios y transporte serían los más afectados. “Vamos a ver capacidad instalada ociosa y despidos en estos sectores”, afirmó el economista, en su cuenta de Twitter. 

Cabe mencionar que, de cumplirse la estimación de MF Economía, el 2022 sería el tercer año consecutivo de magros resultados para la economía paraguaya, teniendo en cuenta que en 2019 y 2020 se registraron caídas y que el 2021 tendría solo un crecimiento por la base estadística baja.

Sector productivo 

Por su parte, Hugo Pastore, director ejecutivo de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), refirió que la producción sojera se ve realmente comprometida por la sequía. Dijo que si bien todavía no tienen una estimación oficial de cuál será la caída en la cosecha, ya asumen que las pérdidas van a ser importantes. 

“Estamos muy preocupados realmente, la situación es complicada. Yo haría la comparación con un taxímetro: cuando uno se sube a un taxi, cada minuto que pasa sube la cuenta; y acá cada día que pasa, aumentan los daños. Realmente la situación es muy complicada y no hay expectativa de lluvia, lo que es peor, la cosa está fea”, puntualizó. 

Aseveró que alcanzar la misma cantidad de la producción pasada, cercana a las 10 millones de toneladas, será imposible de alcanzar. En este sentido, dijo que el gremio está en contacto permanente con todos sus asociados y que solo resta buscar maneras de “capear” la situación con plantaciones alternativas, ya que el sector agrícola es dependiente del tema climático. 

“Esto tendrá consecuencias en varias áreas de la economía, como el tipo de cambio, el crecimiento del PIB, la recaudación impositiva y otras. Realmente estamos teniendo un final de año que fue positivo, pero con perspectivas que muestran negros nubarrones”.

Hugo Pastore, director ejecutivo de CAPECO.

Al ser consultado sobre el tema de los precios, apuntó que los récords por encima de los USD 600 la tonelada ya han bajado y difícilmente vuelvan. Sin embargo, refirió que en la medida que la sequía afecte a otras partes de la región, como la producción brasileña o argentina, la menor producción podría repercutir en un precio un poco más elevado, pero sin llegar a los niveles anteriores. 

“Esto tendrá consecuencias en varias áreas de la economía, como el tipo de cambio, el crecimiento del PIB, la recaudación impositiva y otras. Realmente estamos teniendo un final de año que fue positivo, pero con perspectivas que muestran negros nubarrones”, concluyó.