Desde el mes pasado, la cotización del dólar comenzó a estabilizarse luego de una presencia más activa de la banca matriz a través de su política de intervención.
El promedio de la cotización de la moneda norteamericana visto en febrero fue de G. 7.303, llegando a un máximo de G.7.325; mientras que en marzo llegó a ubicarse inclusive por debajo de los G. 7.200. En efecto, desde la semana pasada, el dólar cotiza entre G. 7.189 y G. 7.200. Al cierre de este viernes, el dólar se mantiene en G. 7.189.
Esto, a diferencia de lo que se había observado en enero, cuando el dólar alcanzó una cotización máxima de G. 7.448, siempre según los registros del BCP, manteniéndose con una tendencia al alza y acercándose a un histórico G. 7.500.
Para algunos especialistas, el hecho de que el tipo de cambio siga una escalada en los siguiente meses, acercándose a los G. 7.500, no sería sorpresivo, debido a los constantes aumentos que seguirá realizando la Reserva Federal de Estados Unidos (FED).
El economista Gustavo Rivas había explicado en entrevista con MarketData que, a lo largo de este año, el dólar ya no volvería a los niveles que se tenían a inicios del 2022, cuando se situaba en G. 6.850 y G. 6.900, ya que mientras la FED no logre controlar su inflación, seguirá subiendo su tasa de referencia.
Es importante mencionar que, recientemente, la FED ajustó a 4,75% su tasa de política monetaria. Sin embargo, Jerome Powell, titular del regulador, no ha dejado clara la perspectiva sobre el final o desenlace de los ajustes para este año, debido a los efectos de la inflación. Por el contrario, dio a conocer que la tasa podría superar los 5,25%, umbral que se encontraba dentro de las proyecciones iniciales.
En contrapartida, desde el BCP estiman que si bien seguirán existiendo presiones desde el contexto internacional, la oferta de dólares a nivel local tendría un sustancial respiro con las exportaciones de commodities agrícolas y haría que la cotización vuelva a presentar una tendencia bajista, naturalmente.
Miguel Mora, economista jefe del BCP, también argumentó que los efectos de la balanza comercial deficitaria del 2022 contribuyeron para que exista una menor oferta de dólares a nivel local y eso genere que la cotización se dispare al alza.
A pesar de ello, consideran que la apreciación se encuentra en torno al 5% y sigue siendo de las menores en comparación con los demás países de la región. Aun así, aseguraron que seguirán en constante observación para continuar interviniendo y cortar picos de volatilidad.
Si tomamos en cuenta las intenciones totales del BCP, en lo que va del año, el valor de las ventas de divisas al mercado cambiario asciende a unos USD 356,20 millones. Este número aún resulta inferior a lo que se había inyectado al mercado el año pasado, entre los meses de enero y febrero, pues el monto en ese periodo fue de USD 406 millones, con lo que el actual representa un 12% menos.
Es importante resaltar que fue visible un cambio en cuanto a la política cambiaria del BCP a inicios de este año en comparación con el último trimestre del 2022, pues en aquel entonces se observó un comportamiento más conservador.
En este contexto, también es importante tener en cuenta que el BCP, además de cortar picos de volatilidad, también busca mitigar el impacto que pueda tener el tipo de cambio en la inflación, ya que más del 70% de la inflación proviene de los productos que son importados, como los combustibles y varios rubros de alimentos.