La Paz, 8 sep (EFE).- El embajador de Argentina en Bolivia, Ariel Basteiro, dijo este viernes que el contrato de compra de gas natural boliviano será modificado mediante una adenda que adelantará su conclusión, de 2026 a mediados de 2024, ante la imposibilidad del país proveedor de cumplir con esos cupos de exportación.
«El contrato finalizaba el 2026, quizás hay que terminar haciendo una adenda que modifique la fecha final del contrato (…) Esto se supone que va a ser hasta mitad de año (2024)», expresó el diplomático en una rueda de prensa.
Basteiro indicó que «ante el aviso de Bolivia de que no va a poder cumplir con las cantidades requeridas» de gas, Argentina decidió agilizar su proyecto de autoabastecimiento energético.
En julio pasado, Argentina inauguró el primer tramo del nuevo Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) con la perspectiva de lograr su «soberanía energética» y convertirse en un proveedor internacional del combustible.
La segunda etapa del proyecto consiste en la continuación de la obra hasta la localidad de San Jerónimo, en la provincia de Santa Fe, lo que permitiría su vinculación con el Gasoducto del Noreste Argentino (GNEA).
Basteiro dijo que Argentina «apura ese proyecto para tenerlo terminado antes de junio o julio» del próximo año y poder enfrentar el próximo invierno que es cuando se genera «más consumo que lo habitual» en ese país.
«Se está trabajando para tener la autonomía que quizás estaba proyectada que comenzáramos a usufructuar a fines del 2024 para mediados del 2024», insistió.
La implementación del proyecto implicará que, «en vez de que el gas fluya de norte a sur», se hagan modificaciones en las bombas que lo impulsan para que circule en sentido contrario, agregó.
Al menos en las dos últimas décadas, el gas fue el producto estrella de exportación de Bolivia y el sustento de su crecimiento económico, con Brasil y Argentina como principales mercados, pero en los últimos años se ha advertido una disminución en la producción y los ingresos.
La semana pasada, el presidente Luis Arce reconoció por primera vez que desde 2014 «hay una declinación en la producción» de gas «que lamentablemente ha ido cayendo hasta tocar fondo».
La estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) dijo que tiene un plan para que Bolivia recupere su sitial en la producción de gas y que podría darse una «inflexión» favorable desde 2025.
La última certificación de reservas hidrocarburíferas bolivianas, que data de diciembre de 2018, indicó que el país tiene 10,7 trillones de pies cúbicos (TCF) de gas natural, mientras que un reporte del Ministerio de Hidrocarburos en 2019 estableció que descendieron a 8,79 TCF.
Según los datos del privado Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Bolivia pasó de ser el octavo mayor exportador de gas del mundo en 2013 a ocupar el sitial 15 en 2022.