Si bien el principal desafío que tiene el Banco Central del Paraguay (BCP) es mantener la inflación estable o baja, acorde con su meta establecida, el dólar podría ser un factor adicional que debería ser de relevancia para la banca matriz, según especialistas.
De acuerdo con un análisis elaborado por la consultora económica Mentu, Paraguay tiene un régimen cambiario flexible donde el comportamiento del tipo de cambio es libre y fluctuante, aunque el BCP realiza operaciones compensatorias y complementarias en el mercado financiero para cortar picos.
De esta manera, en la práctica existe una “flotación sucia”, agrega la firma. En dichas operaciones, el BCP actúa comprando o vendiendo dólares al sistema financiero, para lo cual utiliza las Reservas Internacionales Netas (RIN).
Según el estudio, entre los factores que conducen a que el tipo de cambio se sitúe en niveles elevados se encuentran:
- Una oferta limitada de dólares a nivel mundial por incrementos de las tasas de interés en economías avanzadas.
- Costos logísticos elevados.
- Pago de compromisos externos.
- Incertidumbre mundial debido a las guerras.
- Aumento de la demanda local, ya sea por posicionamiento en una moneda más fuerte o para realizar pagos por las importaciones.
Por otro lado, Mentu considera que una buena cosecha de soja y su posterior exportación -sobre todo si los precios son altos-, al igual que las exportaciones de carne a mercados que pagan buenos precios, inciden en que la oferta local de dólares se incremente y el tipo de cambio disminuya. Además, cuando se produce un mayor flujo de capitales hacia el territorio paraguayo, estos contribuyen a la presión a la baja de la cotización.
Tomando en cuenta estos factores, el tipo de cambio (TC) presenta estacionalidad: en los meses de febrero, marzo y abril, el dólar baja por el ingreso de divisas provenientes de las exportaciones, principalmente de soja (de darse una buena cosecha).
Por su parte, septiembre, octubre y noviembre son meses en que el TC sube debido al incremento de las importaciones de bienes que serán destinados a las ventas por las fiestas de fin de año. Sin embargo, los shocks externos podrían alterar dicho comportamiento, continúa relatando Mentu.
El tipo de cambio se sigue acercando a los G. 7.500 y cerró la jornada de ayer en un promedio de G. 7.444, según los cálculos del BCP. Se trata de un nivel bastante elevado al menos para los últimos años. Por ejemplo, en la misma fecha (17 de octubre) pero del año pasado, el dólar se cotizaba a G. 7.172, o sea, 272 puntos por debajo de lo actual.
Intervenciones del BCP
En lo que va del 2023, el BCP vendió al sistema financiero a través de operaciones compensatorias y complementarias USD 477,9 millones, 61% menos que lo registrado en el mismo periodo del año pasado. La última intervención fue en mayo del corriente año.
En períodos donde hay un menor flujo de dólares en la economía, ya sea por menores exportaciones o incertidumbre mundial que genera migración de dólares a economías avanzadas, Mentu recuerda que las intervenciones del BCP se incrementan, como ocurrió en el año 2020, con la pandemia.
“El BCP también puede actuar en el mercado cambiario a fin cumplir la meta de inflación, dado que la cotización del dólar incide en el precio de los productos importados que forman parte de la canasta básica medida por el Índice de precios al consumidor”, agrega la compañía.
El tipo de cambio minorista se ubicó en G. 7.323/USD a inicios del 2023, esto es 4,7% superior a lo registrado en enero del 2022. Al mes de septiembre, el tipo de cambio minorista cerró en G. 7.291/USD, mientras que el referencial (para operaciones de USD 50.000 o más, de las entidades financieras y casas de cambio con clientes no financieros) se situó en G. 7.296/USD.
De esta manera, se mantuvo en niveles relativamente similares pese al ingreso de divisas de exportación mayor al que se dio el pasado año. Esta situación se debería en parte a los efectos de shocks externos como la guerra de Rusia y Ucrania, que elevaron los precios de los commodities energéticos y agrícolas, lo que contribuyó a la espiral inflacionaria en el mundo, especialmente en las grandes potencias que tuvieron picos históricos en sus precios.
La escalada de la inflación hizo que las economías avanzadas como la de Estados Unidos (EEUU) y la Zona Euro elevasen sus tasas de referencia a niveles históricos. La tasa de referencia de la Reserva Federal de EEUU pasó de 0,25% en febrero del 2022 a 5,5% al mes de agosto del 2023, mientras que la tasa de referencia en la Zona Euro fue ajustada de 0% a 4,5% a septiembre del corriente, detalla Mentu, y explica que, al incrementarse estas tasas, las inversiones en estas economías se volvieron más atractivas, por el menor riesgo relativo que representan, lo que se tradujo en una migración de capitales desde economías emergentes.
Por otro lado, destaca que la inflación en Paraguay se ha ido ajustando más rápido que en las economías avanzadas y, en línea con otros países de la región, el BCP ha iniciado su proceso de ajuste de su política monetaria.
“Esta divergencia coyuntural entre la política monetaria de las economías emergentes, que en parte importante ya se encuentran ajustando a la baja sus tasas, y la de las economías avanzadas, que aún tienden a mantenerlas altas, podrían incidir en que el tipo de cambio se mantenga elevado en el corto y mediano plazo”, pronostica la firma paraguaya.