Este lunes, Bloomberg Línea detalló en una publicación cómo estará la inflación en los países de Latinoamérica y el Caribe. Esto, con base en las proyecciones del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU (DESA).
En lo que respecta a Sudamérica, para este 2024, nuestro país se ubica entre los que registrará menor inflación, del 4%, y para el 2025 también seguiría entre los que no registraría grandes variaciones en el costo de vida, ya que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) sería de tan solo 2,8%.
En la región, según las proyecciones de DESA, la inflación de los países sería de la siguiente manera: Uruguay (5,5%), Bolivia (5%), Colombia (4,9%) Perú y Paraguay (4%), Chile (3,3%) y Ecuador (2,3%)
Según la publicación, en América del Sur, Argentina (139,4%) y Venezuela (115%) se disputan el deshonroso lugar de la inflación más alta para el 2024.
La inflación en los demás países de América Latina y el Caribe para este año sería así: República Dominicana (4,7%), Nicaragua (4,8%), Honduras (4,5%), México (4%), El Salvador (3%), Panamá (2,2%) y Costa Rica (2%).
De acuerdo con la publicación de Bloomberg Línea, la inflación en Sudamérica se ubicaría este año en 4,2% (en 2023 fue de 5,8%); en el Caribe, en 4,4% (en 2023 fue de 8,1%); y en México y en Centroamérica, en 4,7% (en 2023 fue de 8,5%).
Proyecciones para el siguiente año
En lo que respecta al 2025, nuestro país nuevamente se ubicaría entre los de menor inflación, de tan solo 2,8%, según la publicación. Los otros países registran las siguientes cifras: Uruguay (6,8%), Bolivia (4,5%), Colombia (3,8%), Brasil (3,5%), Chile (2,9%), Perú (2,8%); y Ecuador presenta la menor estimación de inflación, con 1,9%.
En el caso de Argentina y Venezuela, en ambos casos el aumento del costo de vida se moderaría en el 2025; con 44,9% y 85%, respectivamente, aunque aún muy alejados del promedio regional.
Bloomberg Línea resalta que las proyecciones sobre la inflación están condicionadas a una serie de factores como las crisis relacionadas con el clima y el fenómeno de El Niño, que según DESA no solo podrían perturbar la actividad, sino también desencadenar nuevas presiones inflacionarias.
También, en la publicación señalan que si bien en 2023 la inflación general mundial cayó desde 8,1% de 2022, que significó el valor más alto en casi tres décadas, se mantuvo por encima de la media de 2010-2019
Aunque la inflación se ha desacelerado en la mayoría de las economías de Latinoamérica y el Caribe el año pasado, en relación con los años siguientes a la pandemia, el aumento del costo de vida seguirá siendo un foco de atención en 2024 a medida que las economías empiezan a bajarle el acelerador a las tasas de interés, agregó.
También, dicen que la inflación mundial se moderaría del 5,7% en 2023 al 3,9% en 2024, aunque bajo diversos condicionantes que incluyen una nueva escalada de los conflictos geopolíticos que podrían generar nuevos aumentos en los precios, según DESA.
Para 2024, DESA proyecta que una cuarta parte de los países en desarrollo registren más del 10% de inflación.
“La tendencia inflacionista en los países en desarrollo también ha agravado la pobreza, revirtiendo algunos de los avances logrados con tanto esfuerzo en su reducción”, dice el informe.
En parte, como consecuencia de estos choques en el costo de vida y otros factores, en 2023 unas 238 millones de personas padecieron niveles altos de inseguridad alimentaria aguda, lo que significó un aumento de 21,6 millones respecto al año anterior, destaca la publicación.
