El sistema bancario continúa siendo el sector con mayor crecimiento en nuestra economía desde el punto de vista de los créditos y las utilidades, que crecen entre 18% y 23% respectivamente. En vista al crecimiento económico consecutivo superior al 3% de los últimos años, la demanda de financiamiento también crece.
Sin embargo, además de atender a diversos sectores con necesidades de crédito, los bancos también observan buenos indicadores en términos de bancarización e inclusión financiera, que es uno de los objetivos del gobierno y del Banco Central del Paraguay.
En esta entrevista, el gerente general de Banco Familiar, Hilton Giardina habló sobre lo que dejó el primer semestre para los bancos y brindó el panorama que se espera para la segunda mitad de este año.
Asimismo, aborda los avances en cuanto al sistema de pagos, los segmentos de créditos con mayor dinamismo y de las tendencias que se van adoptando en la banca, como por ejemplo, el sector forestal.
- Sobre la bancarización, si bien estamos viendo números positivos en este sentido, ¿cuáles son las estrategias para seguir impulsando su crecimiento?
Cuando hablamos de esto, es importante poner un poco de cifras. En nuestro país, si hoy nos paramos a mirar el universo más o menos de la población económicamente activa, estará en torno a los 3 millones de personas, 3.200.000 personas más o menos, en función del último censo. Y cuando uno analiza la cantidad de personas que tienen una cuenta bancaria, hoy ya estamos hablando de casi 2,8 millones de personas. Es decir, hay un alto porcentaje de bancarización ya en el país que no está muy alejado de los estándares de otros países de la región. Yo te diría que estamos incluso mejor que algunos de ellos.
Entonces, de un tiempo a esta parte, hemos avanzado muchísimo en la profundización financiera cuando consideramos el acceso a una cuenta bancaria. Sí, dos millones ochocientas mil personas que tienen cuenta hoy en Paraguay, de un total de 3.300.000 más o menos que pudieran tener, porque obviamente tenemos que sacar a los jóvenes, a los niños que tienen menos de 18 años, etcétera. Es un porcentaje interesante si comparamos con el total de la población. Estamos en un 40% más o menos, que es alto de todas maneras.
Entonces, yo te diría que hemos avanzado muchísimo. Y cuando uno dice «quisiera avanzar aún más», bueno, está bien, pero esto tiene su límite, y dadas las condiciones en nuestro país, como que estamos llegando gradualmente a ese límite.
Por supuesto que hay un universo de personas, probablemente de muy bajos ingresos, a los que el sistema financiero bancario privado probablemente no les va a poder atender porque no tienen recursos ni condiciones para abrir una cuenta bancaria.
Ahí tal vez la estrategia sería que el sector público haga ese trabajo. Entonces, ahí sí, tal vez el BNF sería el actor indicado para profundizar aún más la inclusión financiera en esos segmentos, principalmente los del estrato más bajo que hoy en día no están accediendo. Porque si dividiéramos el universo de personas bancarizadas en estratos socioeconómicos, el estrato medio bajo para arriba te diría que casi está en un 100% bancarizado.
Lo que queda por bancarizar es el estrato muy bajo, y ahí tal vez es la labor social del Estado, que cree esquemas en donde estas personas accedan a una cuenta bancaria y así puedan realizarse. Eso es en lo que se refiere a cuenta, acceso a cuenta. Cuando hablamos de acceso a crédito es otra cosa. Estamos hablando de que más o menos hay cerca de unas 1.700.000 personas que tienen crédito en el sistema financiero.
- ¿Consideras que el SIPAP ha sido una herramienta clave para la bancarización, atendido su expansión en los últimos años?
Sí, definitivamente uno de los grandes responsables de la bancarización por el lado de las cuentas, que estábamos hablando, es la posibilidad de hacer transferencias y hacer transferencias online sin costo 24/7. Eso ha sido un detonante muy bueno para impulsar a la gente a pedir y conseguir una cuenta bancaria, que hoy es muy fácil porque la mayoría de las instituciones ofrecen varias de ellas sin necesidad de ir al banco.
Entonces, hoy, para el pequeño comerciante, microempresario, este vendedor ambulante o vendedor por internet hay muchos. Entonces, quiero cobrar y abro y recibo mis pagos allí. Entonces, yo no tenía pensado abrir una cuenta, ahora lo hago porque eso me permite cobrar, definitivamente ha sido un detonante fantástico, hay que aplaudir la labor del Banco Central en ese sentido que ha empujado estos esquemas, que es importante que lo haga alguien que está, por encima de los demás bancos, es decir, como un ente regulatorio en este caso que impulsa porque, claro, es muy difícil que todos los bancos nos pongamos de acuerdo en esto para impulsarlo.
Ha sido clave el empuje del Banco Central y sí, pero esto obviamente ya venía de antes. Luego, con la pandemia, explota por todos los problemas que teníamos para salir de las casas. Entonces, ahí se universaliza y después ya creció.
- ¿Cuáles son los sectores que podrían estar demandando más crédito en este segundo semestre?
El sector agrícola es cíclico y tiene sus momentos en donde demanda mucho, principalmente moneda extranjera, y en los que se pagan las cuentas de cíclico. Y depende mucho de las necesidades que se presenten en el año en particular un año que tenga, digamos, un momento de precios muy altos y una buena cosecha genera probablemente menos demanda de crédito al año siguiente porque hay circulante para pagar las cuentas, para saldarla y esperar el nuevo ciclo.
Allá por septiembre, octubre, los preparativos para la campaña hacen que se demande más plata para poder cubrir el capital operativo necesario para plantar. Entonces, ese movimiento cíclico que tiene el sector agropecuario-agrícola principalmente siempre se va a mantener y va a depender de qué tan alto están los precios o no para que sea mayor o menor la demanda.
Ahora, en cuanto a la demanda que viene del sector público, depende mucho de si el gobierno está cumpliendo o no con sus compromisos y está avanzando con las obras. En la medida en que tenga más horas y se aceleren las obras públicas, hay más demanda de crédito para aguantar para que las empresas constructoras puedan avanzar con eso.
En la medida que se frena también eso, habrá que ver un poco qué se viene para los próximos años, es decir, en qué medida el gobierno mantenga un ritmo de inversiones que acelere eso.
Y luego viene todo lo que es el crédito de consumo, el crédito que es más una resultante de cómo le está yendo a la economía en su conjunto. Si a la economía le está yendo bien y los otros motores, los motores principales, el sector agropecuario, el gobierno, nuestros vecinos, y todo eso juega a favor, el circulante se mueve y eso genera ventas y genera demanda de crédito de consumo, de crédito de pymes, etcétera.
Lo nuevo que te diré que podría mover un poco la demanda de crédito es el sector forestal, que empieza a demandar recursos importantes para las plantaciones de árboles que las plantas van a necesitar o que la planta y una en este momento, que, está por iniciarse seguramente y que va a demandar una cantidad de árboles importante.
Entonces, para tener esa cantidad de árboles, se demanda una actividad de plantación que tiene un costo importante. Eso ya está ocurriendo, los bancos ya estamos financiando plantaciones forestales ahora con más fuerza.
Eso es una actividad que ya venía antes para otros fines. Ahora va un poco más industrializado pero eso va a seguir seguramente, porque nuestro país tiene la posición estratégica y la competitividad para el sector forestal definitivamente.
Entonces más tarde más temprano esto no solamente será una planta, sino dos o tres se van a instalar en el país y eso va a generar movimiento y se va a convertir en un motor importante de la economía en los próximos años, al mismo ritmo que lo es la agricultura, que lo es la ganadería, que lo es probablemente la soja y va a tener su importancia estratégica y el sector financiero va a acompañar.
Va a acompañar al sector, créditos para los que plantan, créditos para los que mueven, para las máquinas, para los camiones que se necesitan para mover eso, etcétera. Entonces, ese sería un elemento nuevo a tener en cuenta. Y lo otro es la actividad privada de la construcción de viviendas, por ejemplo, que hay muchas necesidades de vivienda en el país.
- ¿En qué productos o servicios financieros están trabajando actualmente? ¿Cuáles son los objetivos de Banco Familiar para el mediano plazo?
Familiar es una institución que ya tiene un gran arraigo en el país, son casi 57 años de existencia como una institución crediticia. Primero como una casa de crédito, luego como financiera y, finalmente, como banco. Hizo esa trayectoria en todo este tiempo y empezó como una casa de crédito de consumo con mucha especialización en eso y le fue sumando servicios. Hoy el banco es un banco completo, un banco que atiende y tiene todos los productos y atiende a todos los sectores.
Tenemos cerca de un millón doscientos mil clientes hoy y atendemos a prácticamente todos los segmentos y sectores. Nuestro fuerte, obviamente, ha sido siempre un poco el crédito de consumo, la atención a los créditos personales. Pero hemos incursionado con fuerza también en el crédito empresarial.
Ya casi el 40% de la cartera del banco es de crédito empresarial, el otro 40% es de crédito para la familia y un 20% para las pymes. Esa es más o menos la composición de nuestra cartera.
Familiar ha sido uno de los principales responsables de la bancarización de la que estuvimos hablando, de la cantidad de cuentas que se han abierto, de la cantidad de clientes en el sistema. De los dos millones ochocientos mil clientes, el sistema financiero tiene más o menos 1,200 clientes del Banco Familiar.
Entonces, somos un jugador importante y queremos seguir siéndolo. Para atender el tamaño, cantidad de negocios y de personas, la tecnología es fundamental. Nosotros estamos apostando muchísimo a la tecnología para dotar de mejores herramientas a nuestros clientes.
Claramente, esa es la manera en que hoy se hace negocio financiero y hacia allá seguramente se va a seguir apuntando: a dar mejores servicios a los clientes utilizando herramientas tecnológicas, haciéndole más simple la vida, que no sea necesario ir al banco para nada, que puedas pedir tus productos y acceder a tu información desde tu teléfono o tu computadora.
Las herramientas están progresando a un ritmo tal que es difícil saber hacia dónde vamos a parar, pero definitivamente nosotros queremos ser líderes en cuanto a innovación se refiere. Sobre todo, queremos poner a nuestro cliente en el centro y hacer todo lo que hagamos pensando en él, en que su experiencia sea lo más cómoda y simple posible.