En su revista trimestral, el Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep) realizó un breve examen de la tendencia de los flujos de la inversión extranjera en los últimos 13 años, tanto en cuanto a la su significancia frente al Producto Interno Bruto (PIB) como en cuanto a los principales sectores de destino y a las áreas de residencia de los inversores. El artículo se denomina “Inversión extranjera en Paraguay: Cómo hacerla significativa”, cuyo autor es Fernando Masi.
En primer lugar, en el artículo se menciona que como ya es usual, los flujos netos de inversión extranjera siempre se reducen en un año de elecciones y cambio de gobierno en lo que tradicionalmente se denomina un “wait and see” por parte de los capitales extranjeros.
Así y luego de un significativo monto de inversión para el 2022, equivalente a USD 803 millones, la cifra para el 2023 es de solo USD 324 millones. Sin embargo, según Masi, la cifra del 2023 también podría ser parte de una tendencia de flujos de inversión extranjera en el Paraguay que se inicia en el 2017.
Según detalla, desde el 2010 hasta el 2016, el país había recibido montos de inversión extranjera en un promedio anual de USD 660 millones con picos elevados en el 2011, 2012, 2014 y 2016. A partir del 2017, el promedio anual de flujos netos se redujo a USD 302 millones, con excepción del año 2022 cuando el país recibió USD 803 millones de flujos de inversión directa (ID).
“El impacto de los flujos netos de inversión directa sobre la economía es otro aspecto importante que abordar. Ello se mide a partir de los flujos netos sobre el PIB. Si bien estos flujos netos fueron bastante importantes desde el 2010 hasta el 2016, solamente llegaron a representar el 2% del PIB en el 2010, 2011, 2012 y 2016. A partir del 2017, estos flujos no llegaron a representar ni siquiera el 1% del PIB, con excepción del año 2022”, afirma el experto.
ORIGEN DE LA IDE Y LA SORPRESA DEL CARIBA
El economista en su análisis también examina los principales países inversores en el Paraguay, de acuerdo con sus saldos de ID. En este punto se encuentra con una sorpresa. “A través de los últimos 10 a 15 años, los principales inversores han sido Brasil, Estados Unidos y Holanda y ello es corroborado para fines de 2023. Pero luego de estos países aparecen las islas del Caribe (Bahamas, Bermudas, Curazao, Islas Caimán, Islas Vírgenes, etc..) que reúnen un monto total que asciende a USD 870 millones, equivalente al 10,2% del total del saldo de la ID en Paraguay para el 2023”.
Masi explica que estas islas son paraísos fiscales donde tanto empresas o personas de países desarrollados como de países en desarrollo depositan sus capitales para evitar los pagos de “altos” impuestos. Estos depósitos son considerados, en parte, inversión directa tanto en los países de origen como en los países (islas) de destino.
“A su vez, al parecer, estos capitales vuelven a salir de esos paraísos fiscales para ser destinados a inversión directa a países como Paraguay que lo registran como originarios a las propias islas caribeñas. No queda muy claro el origen real de los flujos de ID que provienen de estos paraísos fiscales, en términos de área de residencia del inversor”, sostiene el economista.
Además, dice que tampoco queda claro si estos flujos son resultados de capitales que operan formalmente en el mercado o de aquellos que pueden derivar del lavado de dinero. “Como el BCP no informa sobre los flujos de ID por área de residencia y de sectores económicos de destino, tampoco es posible conocer cuáles son las actividades económicas a las cuales se destinan las inversiones de los paraísos fiscales caribeños”, añade.
Masi sostiene que en general, no existe una concentración importante de saldos de la ID en Paraguay en países inversores, sino más bien una diversificación de las áreas de residencia de los inversionistas. En los últimos 10 a 15 años han aparecido nuevos jugadores en el mapa de inversionistas de Paraguay provenientes de Guatemala, México, Panamá, Japón, Irlanda, Luxemburgo, Australia, entre otros.
Las cifras de ID del año 2022 marcaron una ruptura de una tendencia de estancamiento de los flujos de ID al Paraguay a partir de 2017 y parecen reflejar desembolsos de capitales de anuncios de inversiones significativas que se realizaron en años anteriores.
Es decir, inversiones en una papelera, en hidrógeno verde y en biocombustibles, por citar a los proyectos más importantes. Sin embargo, los flujos de ID del año 2023 vuelven a repetir la tendencia anterior. Es deseable pensar que una reducción de los flujos en el 2023 se pudo haber debido a un año eleccionario. Los números de ID de los años venideros confirmarán o no la señal del 2022 o la tendencia de estancamiento de la ID en el país, concluye.
