El aguinaldo es una prestación obligatoria del empleador para el trabajador, se lo denomina como el décimo tercer salario del año. Este beneficio es una compensación adicional para los trabajadores que se otorga a finales de cada año y en Paraguay en caso de incumplimiento, las empresas se exponen a multas que van de 10 a 30 jornales mínimos diarios por cada afectado, que puede duplicarse en caso de reincidencia.
Este pago en beneficio del trabajador juega además un papel crucial en la dinamización de la economía. Desde la perspectiva macroeconómica, el aguinaldo impulsa el consumo beneficiando a sectores como el comercio, los bienes, servicios, turismo y gastronomía.
La mayor circulación de dinero en la economía local durante el mes de diciembre, permite a las empresas, especialmente a las mipymes cerrar el año con mejores niveles de venta, así como para las personas que aprovechan para regularizar cuentas o ahorrar. Un nuevo informe del Centro de Estudios Económicos (CEE) de la UIP, resalta la magnitud del desembolso de aguinaldo como motor económico.
Según los datos del informe, el total estimado del desembolso en concepto de salarios y aguinaldos alcanzará los USD 1.341 millones en diciembre. De este total, USD 774 millones corresponden al sector privado formal, mientras que USD 567 millones se destinan al sector público.
“El aguinaldo no solo se destina a los asalariados formales, sino que genera un impacto indirecto en sectores como el comercio y los servicios, donde los pequeños negocios y trabajadores independientes también se benefician del incremento en el poder adquisitivo de los asalariados formales”, explica Julio Fernández, jefe senior del CEE.
REMUNERACIÓN ESTIMADA SEGÚN SECTOR PRODUCTIVO
El documento desglosa además las remuneraciones estimadas en los diferentes sectores productivos del país, y la distribución del aguinaldo.
En el sector primario, compuesto por actividades agrícolas, ganaderas y forestales, se concentra unos USD 633 millones, y se observa una participación menor en la masa salarial, debido a la estructura de empleo más informal y baja productividad por trabajador.
Por su parte, en el sector secundario las remuneraciones alcanzan los USD 3.959 millones. El mismo se conforma por la industria y la construcción, considerados los principales motores de este sector, y que destacan la capacidad para generar empleo formal y agregar valor a las materias primas.
En el caso del sector terciario o de servicios, las remuneraciones llegan a USD 5.252 millones. Este segmento económico incluye al comercio, transporte y telecomunicaciones, y tiene la mayor participación en la masa salarial, lo que refleja una transición hacia una economía más orientada a los servicios.
Por otro lado, el gasto en los servicios gubernamentales constituye una parte importante de la masa salarial que llega a los USD 4.156 millones. Este sector lo conforma el empleo público que incluye a docentes, personal de salud y fuerzas de seguridad.
EFECTO MULTIPLICADOR
El aguinaldo tiene una característica destacada, como lo es su efecto multiplicador, un fenómeno económico que se explica por la inyección inicial de dinero que no se “queda” en un solo lugar, sino que circula generando más ingresos, consumo o empleos.
Sobre el punto, Julio Fernández explicó que, si la población destina el 80% de su aguinaldo al consumo, el impacto económico total sería de aproximadamente USD 3.350 millones, multiplicando por 5 el gasto inicial.
“Lo que comienza como un gasto en el comercio o los servicios se expande hacia otros sectores de la economía. Este ciclo de gasto crea un efecto positivo que no solo beneficia a los trabajadores que reciben el aguinaldo, sino a una red extensa de actores económicos, desde grandes empresas hasta pequeños negocios”, detalló.
Por otro lado, el informe del CEE plantea un escenario hipotético sobre cómo se transformaría la economía de Paraguay si el país mantiene ingresos promedios similares a los que se generan en diciembre debido al aguinaldo durante todo el año.
Según el análisis, esto implicaría un aumento significativo en el ingreso per cápita, pero que también requerirá mejorar la productividad laboral para sostener este nivel de ingresos de manera sostenible.
“Para mantener estos ingresos de manera continua, Paraguay tendría que implementar políticas que fortalezcan su competitividad y productividad laboral, lo cual implica un enfoque en educación, infraestructura y desarrollo tecnológico”, resaltó Fernández.