Buenos Aires, 17 sep (EFE).- Las cuatro mayores patronales agropecuarias de Argentina advirtieron este jueves del impacto negativo que las nuevas restricciones cambiarias dictadas por el Banco Central pueden tener sobre el sector rural y la economía en general.
La Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias señaló en un comunicado que las medidas anunciadas el martes pasado «crean nuevas limitaciones que terminaran afectando los precios que reciben los productores agropecuarios, producciones regionales y pymes de todo el país».
Asimismo, sostuvieron que limitan «la posibilidad de poder contar con la financiación adecuada que se requiere para concretar las operaciones de comercio exterior, a través de la prefinanciación de exportaciones».
El Banco Central argentino dispuso añadir al impuesto del 30 % que ya regía para la compra de un cupo máximo de 200 dólares mensuales por persona una tasa del 35 %, también aplicable a los consumos en dólares con tarjeta.
Además, sumó nuevas regulaciones para las operaciones con bonos y acciones cuyo objetivo final es hacerse de dólares y determinó que las empresas con deudas en dólares tendrán que acordar una reestructuración con sus acreedores.
Las cuatro entidades agropecuarias alertaron «sobre los aumentos de precios de los principales insumos estratégicos a causa de los mayores costos asociados con las medidas que impulsa a los importadores a reestructurar las deudas comerciales con sus proveedores, a partir de la restricción en el acceso al dólar oficial para que las empresas puedan pagar sus deudas comerciales».
«La experiencia histórica nos demuestra que, cada vez que existieron restricciones cambiarias a las importaciones, como las que se anunciaron en estos días, los precios de los insumos estratégicos aumentaron en dólares», sostuvo la Comisión de Enlace.
El grupo, integrado por la Sociedad Rural Argentina, la Federación Agraria Argentina, las Confederaciones Rurales Argentinas y la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada, observó que así se verán obligados a pagar los insumos más caros que los precios que pagan los productores rurales de otros países, «perdiendo competitividad en un momento en el que contexto internacional será notablemente más competitivo y restrictivo».
«Paradójicamente, las medidas adoptadas por el Banco Central, sumadas a las desafortunadas declaraciones públicas de sus funcionarios y las señales emitidas en las últimas horas, lejos de generar un clima favorable a la inversión y la confianza, solo producen más incertidumbre y preocupación a los productores que están iniciando la siembra de la cosecha gruesa con grandes restricciones en el movimiento, muy condicionada por la volatilidad de los mercados y alta incertidumbre en materia climática», añadieron.