Desde la medianoche (00:00) de este domingo, se volvió a repetir una vez más el acostumbrado cambio de horario que viene realizándose en Paraguay desde hace 48 años (desde 1972).
Con ello se busca aprovechar más la luz solar y ahorrar energía eléctrica, pese a que estos ahorros siguen siendo insuficientes para evitar los también acostumbrados cortes de energía registrados cada año por el aumento de la demanda y la insuficiente inversión de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE).
Si bien parece muy simple adelantar 60 minutos (una hora) los relojes en el mes de octubre de cada año, y volverlo a atrasar en el mes marzo del año siguiente; estos cambios traen consigo readecuación de hábitos, alimentación y menos horas de sueño.
El argumento manejado desde la ANDE sobre esta práctica de adelantar una hora en época de verano consiste en la intención de alivianar la demanda de electricidad, que normalmente alcanza sus picos más altos en ciertas horas de esta temporada, donde se sobrecargan las redes de transmisión y distribución, ocasionando los cortes de suministros de energía eléctrica.
Estos picos de demanda de energía son ocasionados principalmente en horas de la tarde-noche, tras el aumento del consumo residencial con el encendido de luces, acondicionadores de aire, alumbrados públicos, etc., que se suman a la carga del consumo comercial e industrial. Con la modificación de horario, adelantando una hora, se evita que esas fuertes cargas de consumo residencial coincidan con el consumo comercial e industrial, que normalmente empiezan a disminuir luego de las 18:00
De acuerdo con los estudios manejados desde la ANDE, con esta modificación del horario se logra una disminución de entre 3% y 4% en la demanda máxima de potencia, y de 4% a 6% en el consumo de energía, en el horario de punta de carga.
¿Cómo inició?
Según la historia, esta práctica tuvo su origen en el momento en que el observador y científico Benjamín Franklin – creador de los pararrayos – reflexionó sobre la posibilidad de ahorrar aceite para las lámparas, durmiendo una hora más temprano y aprovechando al día siguiente la luz solar. Esto sucedió luego de que el científico se dio cuenta que a las 6:00 – hora en que se acostumbraba a levantarse – el sol ya ganaba terreno en su dormitorio.
Sin embargo, se habla de que el primer país en adoptar la modificación de hora fue Alemania, que decidió modificar su horario durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918), con el propósito de ahorrar carbón para utilizarlo durante la guerra. El ejemplo fue tomado por otros países, replicando lo que hizo este país europeo.
Mantener este horario por todo el año
El horario anterior – una hora atrasada – podría dejar de ser implementado desde el próximo año, si llega a prosperar el proyecto de Ley que propone adoptar durante todo el año el horario de verano o actual (GMT-3, tres horas antes del “Greenwich Mean Time” o hora del Meridiano de Greenwich). La propuesta fue presentada por el diputado del Partido Patria Querida (PPQ) Sebastián García, por segunda vez en el año, tras el rechazo del primer proyecto.
El pasado 5 de agosto, dicho proyecto fue aprobado por la Cámara de Diputados, siendo remitido a la Cámara de Senadores.
La propuesta señala que, en caso de ser sancionada, el Ministerio de Educación y Ciencia (MEC), la Policía Nacional y la ANDE serán las instituciones encargadas de aplicarla. Una vez aprobada en el Congreso Nacional, la Ley deberá entrar en vigencia seis meses como máximo luego de ser sancionada, o desde la entrada de la temporada otoñal (marzo).