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22 de noviembre de 2024

Banco Central vaticina dos años más de baja inflación en el país

La meta de 4% se estaría alcanzando recién en el tercer trimestre del 2022, según las últimas proyecciones oficiales. La estimación para el cierre del 2020 se corrigió a 1,6%.

La canasta básica familiar seguirá con un bajo nivel de aumento de precios al menos durante los próximos dos años, según proyecciones del Banco Central del Paraguay (BCP).

La meta de 4% de variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) será alcanzada recién en el tercer trimestre del 2022, de acuerdo con las estimaciones publicadas por la banca matriz en su Informe de Política Monetaria (IPoM) de setiembre del 2020. Este vaticinio coincide con una economía que se irá recuperando gradualmente del impacto generado por la pandemia de COVID-19

Para el cierre del 2021, el BCP considera que la inflación será de 3,7%; mientras que para el 2020 corrigió la estimación de 1,2% a 1,6%, desde el IPoM anterior.

Este último resultado esperado continúa fuera inclusive del rango de 2% a 6% en que el Central deja fluctuar a la inflación, un fenómeno que se dará por primera vez desde que el país adoptó este esquema – en el 2011 –.

De esta manera, se acumularán cuatro años consecutivos de un nivel de inflación por debajo de la meta del BCP. En el 2018 y el 2019, este indicador ya se había ubicado en 3,2% y 2,8%, respectivamente.

Todos estos resultados se relacionan con periodos de dificultades económicas por las que atraviesa el país.

Antes de la pandemia, los efectos de las condiciones climáticas adversas, el deterioro económico de los países vecinos, los menores precios de commodities y el cambio de gobierno llevaron al producto interno bruto (PIB) a una variación de 0% del PIB. Estos problemas ya se empezaron a sentir en la segunda mitad del 2018.

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¿Cómo golpea la pandemia?

En el 2020, los niveles de consumo están exhibiendo el efecto de una menor demanda. Esta condición proviene de la caída en los ingresos que experimenta parte importante de las familias paraguayas, como consecuencia de las medidas de restricción a la movilidad social.

Cuando hay una baja demanda, los productos y servicios se abaratan para ser más atractivos ante los potenciales clientes.

El economista Daniel Correa advierte que el consumo continúa deprimido, en el mercado local, y no acompaña al repunte que sí está impulsando el componente de la producción.

Considera que esta situación puede comprometer la recuperación económica de los próximos meses.

“Algunos sectores que estaban a medias ya están en proceso de franco crecimiento y reflejan de alguna manera ese efecto rebote que estamos viviendo en distintos sectores. Quizás lo que todavía habría que determinar es si el consumo termina rebotando o termina siendo el mismo nivel de lo que teníamos anteriormente, o inclusive mayor”, explica.

Recuerda que el consumo está ligado a los ingresos, los cuales se vieron fuertemente golpeados por la pandemia. A esto se suma que la incertidumbre respecto a cómo evolucionará la situación sanitaria lleva a las personas a optar por la cautela y restringir ciertos gastos.

“Tenemos que acordarnos que el 2019 fue un año malo, por lo tanto estamos hablando de un año malo contra un año más malo todavía, que es este año. Entonces el crecimiento o el rebote que tiene que ocurrir en el consumo tiene que ser realmente importante para que veamos un crecimiento en los próximos año”, agrega Correa.

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