México, 5 nov (EFE).- Organizaciones empresariales mexicanas minimizaron este jueves el impacto de la aún incierta elección presidencial de Estados Unidos, al asegurar que están listas para seguir con la política de Donald Trump o adaptarse al demócrata Joe Biden.
Carlos Salazar, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), descartó mayor presión de un posible Gobierno de Biden en derechos laborales y medioambiente bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
«Si todos cumplimos, y hay una nueva ley laboral y lo único que tenemos que hacer es cumplirla y cumplir con los requisitos ecológicos que ya conocemos, jamás tendremos por qué estar preocupados», afirmó el líder de la cúpula empresarial mexicana.
México mira con incertidumbre las elecciones de Estados Unidos, donde aún no hay un claro ganador porque el conteo de votos continúa en estados clave como Nevada, Arizona, Pensilvania y Georgia.
Aunque 51 % de los mexicanos esperan que gane Biden, según una encuesta de Statista, el mismo porcentaje de empresarios considera que la reelección de Trump es «lo que más le conviene a México», según reciente un sondeo de Vestiga Consultores.
Aun así, el representante del CCE previó estabilidad para las empresas mexicanas por la firma del T-MEC, que arrancó el 1 de julio con reglas laborales y ambientales impulsadas por los congresistas demócratas.
«Siempre, cuando me preguntan si esto va a tener mayor presión, yo digo ‘claro que no va a tener presión para el que cumple la ley’, de vez en cuando podrá haber alguien que te acusa de algo, siendo tú una empresa cumplida», enfatizó Salazar.
El líder empresarial destacó que México se consolidó como el primer socio comercial de Estados Unidos de enero a septiembre, al representar 14 % del total del intercambio que tiene esa potencia con el resto del mundo.
La importancia del resultado de las elecciones radica en que 69 % del producto interno bruto (PIB) mexicano depende del comercio internacional, con 80 % de las exportaciones destinadas a Estados Unidos.
Además, en ese país viven 38 millones de mexicanos que este año enviarán 40.000 millones de dólares en remesas, cerca de 3,8 % del PIB, conforme estima el Gobierno.
Óscar Albín, presidente ejecutivo de la Industria Nacional de Autopartes (INA), reconoció la presión que ejercen los sindicatos estadounidenses sobre el partido demócrata.
Aun así, coincidió con el líder del CCE en que solo es necesario atender las reglas laborales del T-MEC, que tuvo en la industria automotriz una de las principales controversias.
«No representa ningún cambio, seguimos exactamente en las mismas condiciones de buenas ideas y de buenas expectativas para la industria automotriz en México», aseveró.