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16 de mayo de 2024

Problemas de agua y saneamiento llegan a 1,6% del PIB en Paraguay

El Banco Mundial advierte que, cada año, la población paraguaya pierde el equivalente a 10.643 años de vida por la calidad inadecuada del agua para beber y/o de los servicios de saneamiento.

La baja cobertura y deficiente calidad de los servicios, así como las inversiones insuficientes, descoordinadas y no previsibles, figuran entre las principales falencias que detectó el Banco Mundial (BM) en el sistema de agua y saneamiento de Paraguay.

Los problemas en este servicio representan el 1,6% del producto interno bruto (PIB) del país y se necesita multiplicar por nueve la inversión en este sector – además de ganar en eficiencia – para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), agrega el reporte.

La incidencia de los problemas de agua y saneamiento en el PIB paraguayo es superior, por ejemplo, a la de la Inversión Extranjera Directa (IED), ya que esta última se encuentra en 1%.

En cuanto a los efectos en el capital humano, el BM advierte que, cada año, la población paraguaya pierde el equivalente a 10.643 años de vida por la calidad inadecuada del agua para beber y/o de los servicios de saneamiento.

“A pesar de los avances en las últimas décadas, todavía existen importantes carencias en torno al acceso a fuentes de agua mejorada o por red en el hogar, servicios de saneamiento mejorado y tratamiento de aguas residuales. En particular, se observan mayores brechas en el acceso a estos servicios en comunidades indígenas y zonas rurales, y hay variaciones significativas en la cobertura entre diferentes departamentos”, asevera el estudio.

Debido a la baja calidad del agua para beber, la población se ve obligada a buscar soluciones alternativas más costosas, como el consumo de agua embotellada que, en sí misma, no tiene regulaciones para controlar su calidad, continúa relatando el informe. “El costo humano de estas brechas es grande”, señala.

Instituciones débiles y desordenadas

Otras debilidades registradas por el organismo multilateral se encuentran en el marco de la gobernanza, el cual considera que se encuentra fragmentada, con funciones divididas, superpuestas, descoordinadas, y duplicadas entre los principales actores estatales encargados de la provisión del servicio de agua y saneamiento.

Por otro lado, la baja capacidad institucional se refleja en un reducido nivel de confianza en las instituciones, deficiencias en los recursos humanos y una alta percepción de corrupción.

La informalidad también es un problema presente en este sector. El estudió del BM halló que el 70% de la cobertura de agua por red está a cargo de prestadores informales, ya que la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (ESSAP) concentra el 31% de la cobertura y es el único que cuenta con un instrumento formal de concesión.

“El resto de las conexiones se distribuyen en más de 5.000 sistemas que carecen de permiso de prestación o concesión, sin áreas de prestación definidas, y que operan con bajos controles”, expone el informe.

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