Cuando hablamos de marketing, frecuentemente pensamos en regalos que se entregan por fechas conmemorativas, donde se inscriba la marca de una empresa a fin de ganar notoriedad. Sin embargo, el impacto social de la labor del sector privado puede llegar mucho más allá, hasta el punto de cambiar la vida de las comunidades con las que se relaciona.
Un ejemplo de esta visión de compromiso nos trae la directora ejecutiva del Grupo Kress, Cristina Kress, a través la entrevista exclusiva que brindó a MarketData. Nos cuenta cómo fue evolucionando el proyecto de impulso a la educación y la diversificación de las acciones ambientales, a la par del crecimiento en niveles de producción e incorporación de innovaciones.
– ¿Cuáles son los pilares y valores del Grupo Kress? ¿Cómo se diferencian en el mercado?
Desde un comienzo, para nosotros siempre fue importante el entorno de la empresa, tener un entorno saludable, progresista y trabajador. Mis padres se instalaron desde un comienzo en el medio de la nada, para ellos era de suma importancia poder ofrecer más allá de un trabajo, todo lo que conlleva una vida digna: educación, salud, infraestructura, entretenimiento, etc. De ahí fue desarrollándose lo que hoy en día es el pueblo, Kressburgo. El primer pilar nace más que nada de una necesidad, los colaboradores venían de otras ciudades, donde se instalaban para vivir, luego de un tiempo debían de traer a su familia, con las siguientes preguntas: dónde se vivía, si había una casa de la empresa, si se podía comprar; es donde nace la importancia de contar con un loteamiento o construcciones de viviendas, darles la oportunidad a los colaboradores si querían ser propietarios de sus casas
El segundo, educación. Es un pilar súper importante para nosotros donde venimos trabajando hace 25 años, en el sector de la salud estamos tratando de realizar alianzas con el Ministerio de Salud e IPS (Instituto de Previsión Social), en donde tenemos una pata floja todavía. También la religión, estamos trabajando con un congreso dentro de Kressburgo.
– ¿Cómo surgió la inspiración para la independencia y la auto sustentabilidad?
Otro punto muy importante para la empresa fue darle independencia al pueblo donde la comunidad debe de ser autosustentable, ellos deben de organizarse para seguir creciendo. En el 2010, tuvimos un incendio en el silo, el cual podría haber sido muy catastrófico porque justamente comenzó en una plataforma de madera y caía el fuego dentro del silo, dentro del silo había aceite de girasol, que si tocaba el fuego, explotaba. En ese momento, cuando necesitábamos ayuda para apagar el incendio, los bomberos de otras zonas tuvieron que venir porque no contábamos con ninguna estación cerca, es decir, de pueblos aledaños, los cuales pudieron llegar 4 horas después del incendio. Entonces nosotros tuvimos que apagar todo a sudor y pulmón propio, pero ahí nos dimos cuenta (de) la falta y necesidad de un cuartel de bomberos cerca y donde pusimos la energía suficiente para tener uno en el pueblo.
Me puse en campaña, también fui presidenta del comité, en donde armamos juntos un cuartel de bomberos; entonces, muchas veces viene de una necesidad propia, por vos mismo comenzar diciendo: si a mí me hace falta, quiere decir que a otros también les hace falta, entonces hagamos algo por la comunidad y que sea autosustentable. Nosotros no queremos ser la única mamá guasu siempre, queremos impulsar el crecimiento.
“Queríamos también cambiar el chip: que el costo de educación no debe de considerarse como un gasto, sino una inversión”.
– ¿Qué pasos significativos dieron en el área de la educación?
En cuanto al proyecto del colegio,volvemos a recalcar que el proyecto se cumple en base a una necesidad. Cuando tenía 5 años no había ninguna escuela ni colegio en la zona. A medida que iba creciendo, mis padres ya se hacían la pregunta: deben de ir a la escuela, pero no hay ninguna cerca. Entonces, ellos decidieron hacer una. Mi padre construyó un aula de ladrillo, también trajo a profesores del Chaco, y es ahí donde comenzaron, la primera clase fue para el primer grado. Se fueron construyendo por casetas los grados año tras año, hasta el sexto grado. Luego de fallecer mi padre, mi madre tuvo que asumir el mando en la empresa, entonces ya no quedaba mucho tiempo de dedicarle 100% al colegio, en donde decidieron dejar hasta el sexto grado. La decisión personal fue que, a los 11 años, me mudara a Asunción para poder continuar mis estudios, el colegio queda como un proyecto en paralelo, en donde al mismo tiempo surge la escuela pública dentro del pueblo.
Cuando fui madre me vinieron los mismos pensamientos que tuvieron mis padres cuando debían de decidir cómo seguiría mis estudios, entonces volví a entrar al proyecto en donde nos enfocamos en terminar el colegio hasta el nivel medio con una excelente calidad, a eso nos abocamos en los últimos 5 años. Logramos que el primer año de la media se realice con un técnico en Mecatrónica. En base a la calidad que queríamos brindar en educación, comenzamos a traer profesores de afuera y también comenzamos a cobrar, un 10% del salario mínimo para establecer un monto, ya que sabemos las condiciones y que no podíamos cobrar precios exuberantes, un precio que puede pagar cualquier familia, cuando uno realmente quiere una educación de calidad, es decir, la voluntad es la que determina. Queríamos también cambiar el chip: que el costo de educación no debe de considerarse como un gasto, sino una inversión.
– ¿Qué método educativo siguen en el proyecto que impulsan?
Tuvimos el caso de padres que venían de otros pueblos para que sus hijos puedan estudiar el técnico en Mecatrónica y con la modalidad dual de Alemania, la cual es de suma importancia, realizan dos años de teoría y un año de aprendiz, en donde ya pueden entrar a las empresas con ese diplomado de técnico dual y ganar un 70% del salario mínimo. Esto da una ventaja grandiosa por donde lo mires y brinda una educación diferenciada, muy analítica, matemáticas y práctica.
Desde pequeños ellos tienen ese enfoque educativo, en especial en el kindergarten, en donde los niños son como esponjas. Segundo es que desde muy joven ya van a trabajar, con otro chip mental y ya pueden tener ingresos para su familia, generar una vida digna, hoy en día esos trabajos más tecnológicos y más analíticos tienen otros ingresos. También contamos con una huerta para que los chicos conozcan, toquen y planten sus propias hortalizas, sus tomates y todo esto para obtener esta visión práctica de muchas materias.
“Todos estos pensamientos son consecuencia de tener una generación joven con una educación diferenciada, alineados a la tecnología”.
– ¿Cómo se involucra Frutika en este proyecto educativo y qué lecciones pueden transmitir a otras empresas?
El 80% de los costos del colegio lo asumimos como empresa, las cuotas solo alcanzan a cubrir el 20% de los costos. Es una visión, en donde muchos empresarios no lo vemos todavía de esa manera, vemos todavía de forma muy cuadrada al realizar una inversión, como dónde está la rentabilidad, dónde está el retorno a la inversión; el retorno es el camino correcto para seguir, en este sector si no lo hace el Estado o el gobierno, te vas a cansar esperando.
Decidimos actuar, sí cuesta mucho dinero, por otro lado, también abogamos a que consuman Frutika justamente para seguir apoyando nuestra causa, para que nos siga siendo fácil seguir apostando. Sabemos que no solo es para la comunidad, sino también para toda la región sur o para todo el país ir generando egresados de una calidad superior, que siga beneficiando a muchas industrias, a jóvenes que quieran emprender nuevas cosas, eso es un valor agregado muy importante para la comunidad.
– ¿Cómo se encuentran generando impacto en materia ambiental y social?
En este sector tenemos varios frentes. Contamos con el 27% de monte – el mínimo es 25% de monte virgen –, aparte tenemos más de 10% del área que son reforestaciones que se realizó para consumo interno de leñas, planeamos medidas para que dicho consumo sea más eficiente. La parte de la agricultura está certificada por RTRS, la cual es una plataforma, la más exigente en lo que significa producción sustentable de soja, en donde no podés hacer sustentable solo soja y otros cultivos, no; ellos se encargan de ver todo el proceso de manejo del cultivo como la seguridad de personas, seguridad ambiental, residuos, es un trabajo muy exigente, pero tiene un reconocimiento.
En la producción orgánica, desde hace varios años lo hacemos con pequeños productores, producción libre de productos químicos, ya lo estamos aplicando en cítricos desde hace 5 años y en agricultura, hace 3 años. Ya contamos con un área del 15% del total agrícola dedicado a este sector y todos los años va creciendo, la idea es llegar a un 40% o 60% en los próximos 5 años, eso significa ofrecer un producto diferenciado. Para muchos países es un nicho la parte orgánica; tiene su valor, así como su dificultad y riesgo para el productor, es por esto que no todos los países quieren realizarla, por la complejidad. Nosotros también lo vemos como un nicho de mercado interesante para nosotros mismos, para la producción propia, entonces venimos trabajando desde hace tiempo en ese aspecto
Aparte de la cadena directa con los empleos generados por la empresa, se encuentra la cadena indirecta: los pequeños productores que venden al grupo su producción de naranja, tomate, etc. Por un lado, tenemos a los colaboradores, que son en total 800 y cada familia tiene mínimo 3 integrantes, los proveedores son los mismos integrantes de la comunidad y se genera una gran cadena de transporte, comercios, combustibles, etc.
– Atendiendo al impacto que tienen dentro de esta comunidad ¿Tienen planes de expansión o llegar a otras comunidades por medio de la educación?
La intención es ver si podemos expandir a otros lugares con plantaciones cítricas, por ejemplo, otro tipo de cultivo, tal vez hacer otro tipo de mini fábrica en otro lugar, pero esas ideas se encuentran muy en el aire todavía. Sí queremos trabajar de forma más intensa en lo que es el reciclado de nuestros materiales: este año entramos en alianza con una empresa recicladora de Asunción para que nosotros podamos buscar de nuestros clientes finales las cajas vacías y enviar a esa recicladora, al mismo tiempo, le damos un descuento a los clientes. Solamente con el hecho de gastar más por ir a retirar el producto ya se netea con lo que vos recibís por ese envase vacío y, además, estamos haciendo un descuento al consumidor para que él se incentive realmente para realizar la clasificación y poder reciclar.
Tenemos también ideas de ir reemplazando o complementando la energía, a pesar de que estemos contentos por tener energía limpia como país, estamos buscando algo de mejor calidad, más todavía, que a las zonas donde estamos no llega. Estamos viendo las opciones de paneles solares y otras aplicaciones de tecnología, temas que uno va pensando con qué más puede aportar.
– ¿Cuál es la visión de futuro que tienen para la contribución social de la empresa y los desafíos que se deben superar en el área de educación?
Todos estos pensamientos son consecuencia de tener una generación joven con una educación diferenciada, alineados a la tecnología. Tenemos el caso de un jovencito que está en la academia de robótica y que realiza equipos en el colegio para luego competir, en Asunción, más de dos veces ganaron el primer puesto. La primera vez que lo hicieron, el premio fue ir al mundial de robótica en Estados Unidos, a donde fueron y representaron al Paraguay. Uno de los ganadores dijo: “mi sueño es mejorar la eficiencia en el campo de mi papá, ver cómo puedo mejorar las máquinas, para mejorar también su impacto en el medio ambiente, tal vez motores eléctricos, o que no tengan tanta fuga de los protectores químicos”. Esa mentalidad, son personas que se están formando, y es fabuloso que estén pensando en el campo, en su rubro, que conocen, de cómo pueden mejorar para no tener esa anticuada imagen de que el campo es un tractor, mucho trabajo y sol todos los días.
Ojalá, en Asunción también exista el apoyo suficiente a la educación, las demás empresas, por medio de un marketing real podrán realizar también un impacto real en la sociedad, no solamente regalar algunas cajitas por el Día del Niño, cosas que realmente cambien para mejor el statu quo que tenemos educación, uno de los pilares más importantes que realmente marcan la diferencia, porque lo que vos le enseñás a los niños de manera correcta y de calidad, sea un niño o un adolescente, nadie le puede quitar, y ese impacto y cambio generado es muy lindo de sentir.
Grupo empresarial
El Grupo Kress está conformado por las firmas Frutika (industria procesadora de jugos de frutas), Kimex S.R.L. (dedicado a negocios de agricultura y fruticultura) y Kressburgo (una inmobiliaria donde se ubica el pueblo de Kressburgo).
Es una compañía agroindustrial, con 700 empleados, con ventas anuales por alrededor de USD 40 millones, localizada en el Departamento de Itapúa. Se dedica a los trabajos de agricultura, silo, fruticultura, envasado, y cuenta con una planta de agua y jugo. Realiza una inversión anual de USD 5 millones y se asienta en un terreno de 20.000 hectáreas.
La asociación civil Heinfried Wolfgang Kress administra una escuela básica, un colegio y un centro de educación media para personas jóvenes y adultas, en la localidad de Kressburgo – Carlos Antonio López (Itapúa, Paraguay).
