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23 de noviembre de 2024

Una comunidad indígena en Bolivia hace un ritual para invocar la lluvia

La Paz, 19 nov (EFE).- Un ritual ancestral invocó este jueves la anhelada lluvia en el «ayllu» Hampaturi, una comunidad indígena de la zona rural de la ciudad boliviana de La Paz cuyos pobladores pidieron que no falte el agua con flores, vasijas, un santo y una ofrenda para la «Pachamama» o Madre Tierra.

La comunidad de Hampaturi se sitúa a unos 20 kilómetros de La Paz y acoge una de las represas que suministra agua a los hogares paceños.

Las autoridades indígenas llevaron vasijas que contenían agua de otras vertientes cercanas que «nunca se secan» para realizar el ritual de la lluvia y también alistaron flores blancas y un altar o «mesa blanca» con un feto de llama como ofrenda a la «Pachamama».

«Es una costumbre ancestral que se hace cuando se retrasa la lluvia, como está pasando ahora», manifestó a Efe el «mallku» o autoridad indígena Tito Chuquimia.

El ritual comenzó con unos rezos en aimara para llamar a la lluvia y luego se echó alcohol en la ofrenda a la Madre Tierra para prenderle fuego después y que se consuma, mientras los pobladores alzaban las manos.

En el acto estuvo presente el ministro de Medio Ambiente y Agua, Juan Santos, y el interventor de la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (Epsas), Alberto Chávez.

Los pobladores sacaron del templo del lugar al santo de la comunidad, San Cristóbal, para pedirle que interceda para que el agua no falte en Hampaturi, ni en la región.

Los tambores se empezaron a escuchar para llamar a la lluvia y más tarde cambiaron de ropa a San Cristóbal como parte del ritual.

La comunidad decidió realizar este acto ante el «presagio de sequía», ya que la temporada de lluvias, que suele comenzar en octubre en Bolivia, parece estar retrasada y sus cosechas están siendo afectadas por la falta de precipitaciones.

Chuquimia contó que luego de hacer ese acto, la principales autoridades indígenas se dirigirán a las vertientes cercanas de la comunidad para echar el agua que fue parte del ritual con la esperanza de que llueva al día siguiente.

«Si no llueve mañana (el viernes), entonces haremos una procesión con San Cristóbal por todo el pueblo para que llegue la lluvia», indicó la autoridad indígena.

SITUACIÓN DE AGUA EN LA PAZ

Antes de esta actividad, el ministro Santos fue a verificar la situación en dos represas cercanas, la Incachaca y la de Hampaturi, ante la preocupación de la ciudadanía por el supuesto bajo nivel de agua en ambos lugares y un posible desabastecimiento, con el recuerdo del duro racionamiento vivido hace cuatro años en La Paz.

Santos sostuvo que la población «no tiene que preocuparse» y que, por ejemplo, la represa de Incachaca está llena en un 45 por ciento, por lo que hay abastecimiento «garantizado» por los próximos tres meses.

De la misma manera, el interventor sostuvo que de acuerdo al monitoreo hay un nivel de «alerta» por los volúmenes, pero que con las lluvias propias de los próximos meses se va a recuperar los volúmenes de agua.

Chávez manifestó que se descarta el desabastecimiento de agua y que en caso de emergencia se puede utilizar un sistema de bombeo.

En 2016, la sequía golpeó a Bolivia provocando racionamientos de agua sobre todo en La Paz, la sede del Gobierno y el Legislativo bolivianos, y en la vecina El Alto.

En ambas ciudades habitan alrededor de dos millones de personas.

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