La ley de Presupuesto General de la Nación (PGN) 2021 finalmente se aprobó con una planificación de recursos por G. 92,2 billones (o USD 13.010 millones), monto que representa un incremento de 7,5% desde el proyecto inicial que presentó el Ministerio de Hacienda.
Con este resultado, el titular del Fisco, Óscar Llamosas, descartó la posibilidad de vetar esta ley, aunque reiteró la postura de mantener la rigidez en la implementación del Presupuesto.
Detalló que los gastos se ajustarán a las proyecciones, particularmente en los recursos de Fuente 10 (provenientes de la recaudación de impuestos) y Fuente 30 (recursos propios de las instituciones), para el cumplimiento de la estimación de déficit fiscal de 4% que se maneja para el cierre del 2021
“Vamos a neutralizar o a mitigar el impacto de las modificaciones que hicieron (en el Congreso Nacional al proyecto de PGN), a través de las distintas herramientas que tiene el Poder Ejecutivo, ya sea el decreto reglamentario como así también el plan financiero. Vamos a tener un plan financiero muy restrictivo, ajustado a las proyecciones de ingresos que nosotros tengamos”, expresó el funcionario, en conferencia de prensa.
Recalcó que los ajustes que se hicieron durante el tratamiento del PGN 2021 pueden ser administrados con las herramientas mencionadas, motivo por el cual no se contempla la opción del veto total a esta ley. A esto se suma el hecho de que el rechazo por parte del Poder Ejecutivo supondría la aplicación del PGN 2020, el cual corresponde a una situación de emergencia y que experimentó varios ajustes.
Al veto parcial tampoco lo considera viable, debido a las “complicaciones” que puede acarrear.
Respecto a los aumentos salariales que se asignaron a ciertas entidades en la versión final del PGN sancionada por el Congreso, recalcó que “se darán solo en cumplimiento de lo que dice la ley de la Función Pública”; es decir, a través de concursos y, en el actual contexto, con entrada en vigencia condicionada al segundo semestre del año, sujeto a una revisión financiera.
Ante la movida que realizaron en el Congreso Nacional, de exceptuarse en un artículo de la ley para permitir las recategorizaciones de sus funcionarios sin pasar por concursos, anunció que buscarán la manera de postergar su aplicación a través del decreto reglamentario, a fin de mitigar el impacto financiero. “Tenemos que evaluar la cuestión legal y la financiera”, aseveró.
La convergencia a la LRF se mantiene para el 2024
El desequilibrio entre los gastos y los ingresos en las cuentas del Estado terminarán representando menos del 6,5% del producto interno bruto (PIB) en el 2020, informó Llamosas. El indicador mejoró desde la proyección inicial de alrededor de 7,2% que se pronunció con el inicio de la pandemia.
La situación coincide con las correcciones favorables que se hicieron a los pronósticos de contracción económica del país, que de -3,5% pasaron a -1,5%, por el sorpresivo repunte que tuvo la actividad desde mediados de año y la paulatina recuperación de los diversos sectores, con el relajamiento de las restricciones.
Sin embargo, este escenario ni las noticias alentadoras sobre la llegada de la vacuna contra el coronavirus son motivos suficientes para que se adelante el plan de retorno al orden fiscal y la convergencia al déficit máximo de 1,5% que establece la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF) se mantiene para el 2024, indicó el ministro.
Recordó que persiste la incertidumbre respecto al rumbo que tomará la pandemia y aún no considera adecuado levantar las medidas de apoyo económico, ya que ello podría afectar a la recuperación. Advirtió que el 2021 todavía será un “año complicado”, por lo que se deben mantener los incentivos a través de la obra pública y ayudas focalizadas.
“Hay cuestiones que se asumieron este año que van a tener su impacto el año que viene; los ingresos, si bien se están recuperando, todavía vamos a cerrar con una menor recaudación de la que inicialmente estaba en el Presupuesto aprobado este año, y eso también tiene su impacto para el año que viene”, relató.
“Ojalá que se cumplan nuestras previsiones y vamos a ir monitoreando. Si llegamos antes, bienvenido, pero tampoco queremos ponernos esa presión de decir ´sí, en el 2022 vamos a tener una convergencia´ y finalmente los ingresos tributarios no tengan la dinámica que creemos, la economía no crezca como todos queremos, y ¿qué hacemos? Es muy complicado, somos bastante prudentes”, agregó.
