El Banco Central del Paraguay (BCP) dispone que las tarjetas de crédito emitidas por las cooperativas de ahorro y crédito que operan en el país deben adecuarse a la tasa máxima que se establece mediante el cálculo sugerido por la Ley 5476/2015.
Según la normativa, los intereses aplicables por el uso tarjetas de crédito se sujetarán a lo establecido por las regulaciones específicas sobre la materia y no podrán exceder tres veces el promedio de tasas pasivas vigentes en el mercado.
A través de un comunicado, el BCP apunta que las cooperativas de ahorro y crédito, al igual que las entidades financieras sujetas a la Ley N° 861/1996 y sus modificatorias, se encuentran legalmente habilitadas para captar ahorros del público y otorgar préstamos bajo la modalidad de tarjetas de crédito. Por este motivo, el Central asegura que ambos sectores se encuentran sometidos a lo regulado en la Ley N° 5476/2015.
El cálculo de la tasa de interés activa que puede ser aplicada por el uso de tarjetas de crédito, sobre el promedio de las tasas pasivas, es ahora resultante del cómputo de las operaciones de bancos, empresas financieras y cooperativas, explica el BCP.
Destaca que a esta resolución se llegó un trabajo “coordinado y exhaustivo” entre la Superintendencia de Bancos y el Instituto Nacional de Cooperativismo (INCOOP), “que ha demandado tiempo y esfuerzo, en la búsqueda de compatibilizar la estructura de datos conforme su naturaleza”.
El propósito de esta medida es “impedir la convivencia de marcos regulatorios asimétricos que generen distorsiones en el mercado”, recalca el ente emisor. Se busca también coadyuvar a que el consumidor financiero obtenga servicios de manera práctica y accesible, agrega.
“Decisiones y medidas como la socializada a través del presente son adoptadas en el marco de las reuniones celebradas por el Comité de Estabilidad Financiera, en la permanente búsqueda de consolidar un sector financiero sólido y sostenible”, concluye.
Espacio para suba de tasas
Las entidades tendrán un importante margen para incrementar las tasas de interés de tarjetas en el arranque del 2021.
Para este enero, las tasas de interés de tarjetas de crédito en guaraníes podrán llegar a un máximo de 14,01%, mientras que a las emitidas en moneda extranjera se dispuso un límite de 6,28%. En diciembre, estos topes se encuentran en 10,24% y 6,19%, respectivamente.
De esta manera, el tope establecido al precio del préstamo a través de tarjetas retornará al nivel en que había iniciado el 2020, ya que en enero pasado se fijó en 14,19% – antes de los efectos de las medidas de abaratamiento del crédito que impulsó el BCP para contener el impacto de la emergencia sanitaria –. El caso no es el mismo con los plásticos en moneda extranjera, ya que para estos el límite estaba en 8,24% en enero del 2020
Aun así, las tasas máximas para tarjetas de crédito seguirán muy por debajo del límite a partir del cual se consideran usurarias a las tasas aplicadas a los demás tipos de préstamos. Este tope se fijó en 33,89% para desembolsos en guaraníes y en 15,13% en moneda extranjera, para enero del 2021
Antes de la vigencia de la Ley 5476/2015, las tasas de interés de tarjetas de crédito se encontraban más cercanas al límite de tasas usurarias dispuesto por el BCP
Rechazo a la normativa
La Ley de tarjetas sigue generando un amplio rechazo al interior del gremio bancario del país, ya que sostienen que sus alcances produjeron una masiva expulsión de clientes del sistema financiero formal.
El argumento que manejan es que al limitar el nivel al que pueden llegar las tasas de interés, aquellas personas que representan un mayor riesgo a la hora de realizar préstamos a través de estos medios no pueden acceder al servicio.
Las tarjetas de crédito movieron alrededor de G. 2,7 billones hasta octubre del 2020, según el último informe de Indicadores Financieros del BCP.
Este monto representa una caída de 7,2% desde la entrada en vigencia de la Ley de tarjetas – en setiembre de 2015 – y una reducción de 4,1% respecto al décimo mes del 2019; esto último, en coincidencia con los efectos de la pandemia de COVID-19 en el nivel de consumo de la población.