El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS) anunció este viernes la llegada a un acuerdo con dos compañías para la provisión de 7,3 millones de dosis de la vacuna contra el COVID-19 y el arranque del programa de inmunización desde la segunda quincena de febrero del 2021
Se trata de 3 millones de dosis de vacunas contra el Sars-Cov-2 las que se ofrecen por vía de acuerdos directos y otras 4,3 millones de dosis que serán suministradas mediante el mecanismo COVAX.
La cartera sanitaria aseguró que el trato incluye el acuerdo en término de volumen de compra y precios; y que tan pronto se firmen los contratos, se detallarán cuáles son estas empresas, los nombres de las vacunas y el costo de las mismas.
El inicio de la vacunación será con personas de la tercera edad y personal de blanco, que constituyen la población objetivo de la primera etapa. “La provisión será gradual, a partir de los acuerdos bilaterales y desde los plazos establecidos por el COVAX”, agrega la entidad ministerial, en un comunicado.
En cuanto al COVAX, recalca que existe información de envío de vacunas a nuestro país antes de mayo o junio, tal y como se había establecido en un principio.
“Es pertinente referir que el Comité Técnico Nacional que asesora sobre inmunizaciones ha recomendado uso de vacunas con vectores virales y con virus inactivados. Hemos honrado esa recomendación para el COVAX, teniendo en cuenta la logística y factores técnicos, para determinar el tipo de vacunas”, explicó el ministro de Salud, Julio Mazzoleni, en conferencia de prensa.
Agregó que el Ministerio de Salud está abierto a todas las vacunas que tienen autorización de organismos reguladores.
El inicio del programa de vacunación es considerado un evento importante también para la economía, ya que ayudará a despejar la incertidumbre respecto a cuándo se podrán superar los efectos de la pandemia y permitirá una construcción más certera de las expectativas de recuperación.
Analistas y referentes del sector privado coinciden en que el retraso en la llegada de vacunas representa el principal riesgo a la baja para las proyecciones de crecimiento económico y el repunte del dinamismo del mercado.
El miedo al contagio es uno de los factores que todavía detiene al consumo – sumado al deterioro de los ingresos – para un retorno a los niveles pre-pandemia.
