fbpx
28 °C Asunción, PY
25 de noviembre de 2024

La pandemia y la brecha cambiaria afectaron las exportaciones argentinas en 2020

Buenos Aires, 29 ene (EFE).- Tras cuatro años consecutivos en crecimiento, las exportaciones de Argentina se desplomaron el año pasado un 15,7 %, a 54.884 millones de dólares, el peor registro de ventas desde 2006, un derrumbe que se explica por la contracción de la demanda en medio de la agitación económica ante la pandemia de covid-19 y por cuestiones domésticas, como los problemas cambiarios.

Los datos oficiales recientemente difundidos sobre el intercambio comercial de Argentina en el último año revelan que el bajón de exportaciones obedece principalmente a una considerable caída en las cantidades vendidas (-13,2 %), ya que los precios de las colocaciones bajaron, pero no abruptamente (-2,9 %).

El desplome en las cantidades de productos exportados se explica, sencillamente, por el recorte en la demanda, que fue elevado desde los tres principales mercados de destino de las exportaciones argentinas.

Así, los envíos a Brasil, primer socio comercial de Argentina, cayeron 23,4 % en 2020; las ventas a China se derrumbaron 23,5 % y las colocaciones en Estados Unidos bajaron 19,3 %.

«El resultado es peor al esperado a principios de año, cuando irrumpió la pandemia, y se explicó por la contracción que tuvo el comercio global sumada a las distorsiones que provoca la brecha cambiaría en las decisiones de exportación», señaló la consultora LCG en un informe.

Los problemas cambiarios son señalados por varios expertos como uno de los factores que desalentaron la actividad exportadora.

En Argentina, donde rigen fuertes restricciones cambiarias, coexisten diversos tipos de cambio.

Los exportadores deben liquidar sus operaciones a la cotización oficial mayorista del dólar (actualmente de 87,11 pesos por unidad), mientras que en los circuitos financieros la divisa estadounidense tiene un valor mucho mayor (unos 150 pesos).

Una brecha cambiaria elevada, apuntan los expertos, alimenta las expectativas de devaluación del peso, lo que puede mover a retrasar las exportaciones a la espera de un tipo de cambio más favorable.

IMPORTACIONES TAMBIÉN EN CAÍDA

La brecha cambiaria, en cambio, favorece al importador, que también concreta sus operaciones con un valor del dólar oficial mucho más bajo -casi un 70 %- que las cotizaciones alternativas.

Esto, sin embargo, no se ha traducido en un aluvión de importaciones, básicamente, por dos razones.

Por un lado, la demanda argentina de bienes importados, principalmente, aquellos destinados a la producción, cayó al compás del hundimiento económico del país suramericano -el PIB se habría desplomado cerca del 11 % en 2020-, y, por otra parte, el Banco Central, como una de las medidas adoptadas para frenar la caída en las reservas monetarias, ha restringido el acceso a dólares baratos para importar en forma indiscriminada.

Así, por tercer año consecutivo, las importaciones cayeron en 2020 un 13,8 %, hasta 42.356 millones de dólares, el valor más bajo desde 2009.

Con todo, en el último bimestre las importaciones comenzaron a crecer con vigor, a la par que las exportaciones cayeron, lo que enciende las alarmas en un país que necesita del ingreso de divisas.

CONTRACCIÓN DEL SUPERÁVIT Y ALERTA EN DICIEMBRE

Argentina cerró 2020 con un superávit comercial de 12.528 millones de dólares, lo que supuso una contracción del 21,6 % en relación al saldo positivo logrado en 2019.

Más allá del acumulado anual, en 2020 se observaron dos grandes períodos: entre enero y agosto el saldo comercial creció por el derrumbe importador, mientras que de septiembre a diciembre el resultado se fue deteriorando.

«La disparada de la brecha -y la recuperación de la industria local sobre el cierre del año- explican este cambio de tendencia», observó la consultora Ecolatina en un informe.

Diciembre, de hecho, arrojó por primera vez desde agosto de 2018 déficit en la balanza comercial.

Detrás del saldo negativo por 364 millones de dólares en el último mes del año están, por un lado, las expectativas de devaluación -exportadores posponiendo ventas e importadores adelantando compras- y, por otro lado, la huelga que por tres semanas paralizó la actividad en las plantas de molienda y puertos de embarque de granos y derivados, el mayor complejo exportador de Argentina.

PERSPECTIVA DE RECUPERACIÓN EN 2021

Pese al complejo desempeño comercial anotado el año pasado, las perspectivas para 2021 son positivas.

Mientras el Gobierno de Alberto Fernández calcula que este año Argentina logrará un superávit comercial de 15.087 millones de dólares, con exportaciones por 74.432 millones de dólares, consultores privados proyectan un saldo positivo de entre 13.000 y 15.000 millones.

«De cara a 2021, todo indica que la Argentina volverá a mostrar un superávit comercial generoso, del orden de unos 15.200 millones de dólares, en un contexto en que se espera que las exportaciones aumenten casi un 18 %», proyectó la consultora Abeceb en un informe.

Una cierta recuperación de la demanda global y precios altos sostenidos de las materias primas que produce Argentina apuntalarían una mejora en las exportaciones, aunque las cuestiones cambiarias seguirían gravitando sobre el desempeño del sector externo.

En tanto, según Abeceb, las importaciones también crecerían (17 %) «en un contexto de recuperación parcial de la actividad, donde la economía argentina crecería un 5,9 % y de continuidad de controles cambiarios, especialmente sobre los bienes finales de consumo».

You cannot copy content of this page