Según reportó el portal de Bloomberg, en Brasil se espera concretar la vacunación contra el COVID-19 del 85% de la población mayor de 30 años para el mes de agosto. Con ello se estaría volviendo a la “vida normal” ya dentro de un mes.
La reactivación plena de la economía brasileña se estima a su vez para setiembre, cuando ya el 83% de esta franja tendría aplicada la segunda dosis.
Por otra parte, se apunta que el real brasileño -moneda del vecino país- tiene margen para recuperarse, aunque también persisten los activos de riesgo.
El precio elevado de las materias primas otorga a Brasil espacio para tomar un respiro, luego de pronunciadas oscilaciones que se registraron la semana pasada. Esta divisa perdió un 4,4% en lo que va del mes, ubicándose entre las de peor desempeño de la región.
“Aparte de los factores técnicos naturales, la oscilación negativa observada en las últimas sesiones sólo puede ser atribuida al aumento del ruido político provocado por la investigación del Congreso destinada a investigar las posibles irregularidades del Gobierno durante la pandemia”, destaca Bloomberg sobre este punto.
La moneda brasileña llegó a fortalecerse más que la de sus pares en el segundo trimestre del año, a pesar de su reciente caída, y entre los motivos se apunta el precio de las materias primas a nivel internacional -que favorece a las exportaciones de este país-, una curva pronunciada de tipos de swap vinculadas a un tono agresivo del Banco Central y una recuperación económica más fuerte de lo esperado.
Por su parte, el ministro de Economía, Paulo Guedes, busca reducir aún más la tasa del impuesto sobre la renta para las empresas. La brecha fiscal se eliminaría recortando los subsidios a algunas industrias, aunque el debate sobre la reducción de las ayudas en Brasil ha sido un tema problemático durante años.
