El presidente Mario Abdo Benítez promulgó la nueva Carta Orgánica de la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD). Con estas modificaciones, la institución apunta a ser más eficiente, ya que modernizará su estructura de gobierno corporativo pero sin cambiar el modelo de negocios de una banca de segundo piso.
Cabe explicar que la AFD canaliza recursos financieros a través de bancos, financieras y cooperativas, sin captar depósitos del público ni prestar directamente a las personas y empresas.
Tras las modificaciones impuestas en la Carta Orgánica, este banco estatal adquiere nuevos roles y capacidades para promover con más fuerza el desarrollo económico y la generación de empleo, según sostuvo la AFD, en un comunicado.
Entre las novedades se destaca la posibilidad de participar de operaciones de leasing y factoring, así como también de intervenir en el financiamiento de grandes obras de infraestructura como asociaciones público-privadas (APPs) a través de fideicomisos.
La titular de la AFD, Maria Fernanda Carrón, destacó que podrán brindar un mayor apoyo a los pequeños emprendedores. A su vez, desde la banca de segundo piso destacan la posibilidad de participar en el financiamiento startups a través de la creación de Fondos de Capital de Riesgo.
Así también, la nueva Ley da a la AFD la posibilidad de emitir bonos o títulos de deuda en el mercado nacional e internacional, con respaldo de su propia cartera de créditos, sin comprometer al Tesoro Nacional.
Además, permite ampliar las herramientas que le permitirán diversificar las fuentes de fondeo y los instrumentos en los que puede invertir sus excedentes, con el objetivo de seguir mejorando las condiciones de acceso al crédito a través de sus productos, especialmente para el sector de viviendas y de Mipymes.
En este sentido, Carrón recordó que la propuesta de Ley de AFD se venía trabajando desde hace un tiempo y básicamente recoge la experiencia de la institución en materia de financiamiento al desarrollo a lo largo de estos 16 años de vida institucional.
Ahora la institución deberá trabajar en la reglamentación de la Ley, mediante un decreto, y luego ya podrá disponer de todas las actualizaciones de su nueva Carta Orgánica.
En cuanto a las modificaciones introducidas por la Ley, Carrón aseveró que “la AFD tendrá nuevas herramientas legales que le permitirán adaptarse a las innovaciones propias del mercado financiero y le permitirá a la AFD seguir siendo una institución sólida, eficiente, transparente, ágil e innovadora”.
Cabe mencionar que, a lo largo de sus 16 años de vida institucional, la AFD contribuyó a financiar 96.200 operaciones de crédito, que se estima generaron más de 483.000 empleos de manera directa e indirecta, agregó la firma.
Aprobaciones por USD 81 millones en lo que va del año
En su último reporte de Rendición de Cuentas, al cierre del primer semestre de 2021, la AFD informó que ha aprobado más de USD 81,5 millones en los diferentes productos crediticios que dispone.
Estos resultados se alcanzaron con sus productos canalizados a través de Instituciones Financieras Intermediarias, entre los que se destacan Mi Casa, Primera Vivienda, Pro Reactivación, Reconversión de Operaciones Crediticias, Procrecer, Procampo, entre otros.
En lo que respecta al producto denominado Mi Casa, en el citado periodo la AFD ha aprobado USD 24,1 millones; en Primera Vivienda, USD 24 millones; en Pro Reactivación, USD 11 millones; y en Reconversión de Operaciones Crediticias, USD 6 millones.
Este último producto está destinado a los clientes de entidades financieras, sean personas físicas o jurídicas, para el refinanciamiento, reestructuración y/o renovación de préstamos concedidos para capital operativo y/o inversiones. El plazo para este producto es de hasta doce años, incluyendo un periodo de gracia de hasta dos años.
Por su parte, el Programa Pro Reactivación está destinado a brindar fondeo a las operaciones crediticias de la cartera de clientes de las entidades financieras que operan con la AFD, a un plazo máximo de siete años, incluido un periodo de gracia de hasta un año.
La banca de segundo piso también cuenta con otros productos crediticios como Micredit, Propymes, Procoop, Proeduc y Fimagro, entre otros.